María se cansó de que Isaac no le prestara ningún tipo de atención y se marchó de la fiesta con lágrimas en los ojos. La pretendienta está cansada de dar y no recibir nada de su tronista y está dispuesta a tirar la toalla. Isaac subió a hablar con ella, pero no estuvo muy receptivo y le echó en cara que era ella la que no estaba poniendo de su parte. Las formas del tronista no le gustaron a María y decidió cortar la conversación. Alex no quería dejar escapar a María e intentó consolarla y consiguió que volviera a sonreír, y se quedara un rato más en la fiesta.