Después de los últimos días, durante los cuales Indhira había estado sacándole punta a todos y cada uno de los comentarios que hacía Víctor, por eso ha querido hacer las paces con él.

“Te quería pedir disculpas porque el último día me dijeron que, aunque yo no lo percibí así, me pasé un poco, pero no me pareció que fuera para tanto” , le ha dicho la malagueña.

Lejos de tomarse estas palabras como una disculpa, a Víctor no le ha sentado bien que su tronista le quitase hierro al asunto insinuando que ella no estaba de acuerdo con esa percepción de los hechos.

“Estoy un poquito quemado del otro día. Creo que se pasó tres pueblos. Sin venir a cuento empezaste a criticar absolutamente todo lo que hacía. No sé qué te pasa, lo único que conseguimos con esto son pasos para atrás” , le ha confesado.

Las últimas citas que han tenido han sido bastante más frías a lo que nos tenían acostumbrados, y aunque el madrileño le ha reprochado a Indhira que siente que lleva todo el peso de los encuentros, ella no estaba de acuerdo, y le ha querido aclarar que, en ocasiones, se aburre con él.

“Estaba un poco quisquillosa, sí, lo reconozco, pero un día tonto lo tiene cualquiera”, ha reconocido finalmente, y como Víctor, aunque a veces le cueste reconocerlo, le importa más que ningún otro de sus pretendientes, ha querido tener un detalle con él por todo lo ocurrido en los últimos días.

Se ha puesto frente a él, y se ha dispuesto a recitarle un poema, un arte que aprendió de su ex-pretendiente Reche: “Como te he llamado soso, y también oso amoroso te hago este regalo por si pasaste un mal trago. El último día no te di cita porque estaba mosqueadita. Te quito el San Benito de ‘Sardinita’, porque seguro que tienes una foquita”.

“Agradezco el detalle por su parte, porque me ha sacado una sonrisita, después del mosqueo que tenía. Ella sabe cómo picarme y llevarme después a su terreno”, ha confesado Víctor, mucho más animado.

Y el público, como en otras ocasiones, ha sido el encargado de decidir quién debía estrenar la reapertura del cuarto oscuro, y ante la goleada de voces coreando la voz de la malagueña, Víctor, ni corto ni perezoso, ha mirado a su tronista de reojo, y le ha preguntado:“¿Vamos mi niña?”, y ella no se ha podido resistir, y se ha levantado de su trono para irse de la mano con su favorito hacia el espacio íntimo.

En cuanto han entrado en el cuarto oscuro se han acurrucado, en busca de la comodidad. Él iba con más ganas que ella, y ha aprovechado para cubrirla de besos, mientras intentaba buscar unos labios que, al principio, le intentaban evitar.

Derretidos en caricias, después de varios abrazos, han revivido los tiempos pasados en los que la atracción era mucho mayor. Se han dedicado pícaras miradas en la oscuridad. “Si esto es inevitable”, le ha recordado él, y poco han tardado en rendirse a la pasión y fundirse en un beso, rememorando los besos a los que, un día, ya nos tuvieron acostumbrados.

Jorge no ha podido soportar este derroche de cariño, y ha tenido que salir del plató, mientras ellos recuperaban el tiempo perdido.

“Ya venía un poquito de bajón, y paso de estar viendo esas imágenes, porque no me hacen ninguna gracia”, ha confesado un Jorge muy afectado por lo que estaba pasando, “mi reacción no es la misma que la de los demás. Yo llevo un mes y una semana, y ya empiezo a sentir algo por ella”. Pipi ha querido recomendarle a Jorge que “sea más observador, porque igual está obcecado con una mujer que no es su mujer. A esta mujer que se llama Niki le gusta Jorge”. N

iki ha salido a animarle, porque ella ya había vivido esa situación, con Fabián y Sonia, y sabía que era duro. Le ha abrazado y, aunque sabía que él no lo tenía nada claro en ese momento, le ha querido declarar su interés: “Si te quieres cambiar de bando, yo no me voy a ir porque acabo de empezar”.

Pero Jorge ha preferido tomarse su tiempo para meditar una decisión: “Es una chica que es guapa, le agradezco mucho el gesto, pero ahora mismo no es el momento”.