Que Abraham tiene problemas para acercarse a sus pretendientas no es ninguna novedad, pero esta vez sus chicas han decidido reaccionar, y se han sublevado contra la actitud del tronista.

Desde que se besó con Rebeca, la única chica que había conseguido acercarse a sus labios, nadie había osado perpetrar ese territorio que el tenista guarda con tanto celo, hasta el día de hoy. Tania se ha lanzado, y el resultado de su hazaña ha sido un beso bastante frío, que poco tiene que ver con el que le dio a Rebeca en su día.

A la cubana le ha sabido a poco, y quería saber si él lo deseaba igual que ella. Abraham ha reconocido que se lo había dado porque le apetecía besarla, pero tampoco ha puesto demasiado de su parte, y no ha mostrado la ternura que ella estaba pidiendo con la mirada.

Las reacciones del resto de pretendientas no se han hecho esperar. Anita, que durante el programa estaba especialmente receptiva, no quería dar su opinión, y por su gesto se podía intuir que le había afectado bastante lo que acababa de ver: "No me gustó nada lo del beso porque no me hace gracia que otra chica se bese contigo porque me gustas, pero yo ya sé que te tienes que besar con una y con otra porque quieres probar".

Tania, por su parte, a pesar de haber conseguido su objetivo, no lo había hecho de la forma que ella planeaba. "Soy un poco desconfiada, porque no soy la única que está aquí y no sé si verdaderamente le gusto". Además, ha reconocido que se había sentido como si hubiese mendigado el beso, y él realmente no lo hubiese sentido como ella.

Abraham ya estaba cansado de la actitud de sus pretendientas, sus caras, su pasotismo: "Parece que os hayan obligado hoy a todas a venir aquí".

"A mí lo que tengas con ellas me da igual, me importa lo que tengas conmigo. Y ese beso no he visto que te guste mucho, y entonces me da igual, y no me afecta, y no puedo tener celos por eso", ha querido explicar Ana Belén, y ha seguido explicando: "Yo hoy estoy tranquila, hoy estoy siendo como soy". Y tras lo que ocurrió en los últimos programas, Abraham, que se alegraba de que se hubiese guardado el mal humor y el carácter, le ha confesado: "Y prefiero que estés así".

Siria también tenía muchas dudas sobre su situación en el programa: "Yo quiero saber si Abraham quiere realmente conocerme a mí". El tenista no daba crédito, porque no se esperaba que Siria pudiese tener también ese problema: "Es que no sé si tu viviste la misma cita que viví yo contigo, en la que estuve todo el rato intentando hablar contigo para que tu estuvieses tu tranquila".

"Es que quizás todavía no te veo con esas ganas de conocerme", ha seguido preguntado ella, y ya el tronista no ha podido más y le ha replicado: "Yo tendría que decir eso de ti, porque todavía ni me he enterado de que estabas aquí hoy". "Desde la primera cita nunca he estado tan cariñoso con nadie, por eso tus palabras me descolocan", ha confesado el tenista.

Tras ver su cita con Ana Belén, David Morales ha querido bajar a darle un abrazo al tenista, para solidarizarse con él. Ana Jarque, con toda su buena intención, se ha dirigido hacia su tronista para darle otro abrazo, pero él la ha apartado excusándose con un "es que no me apetece", "ahora ya no, tenía que haber salido antes de ti", le ha rechazado. Y entonces Ana, que no podía más, ha salido del plató.

Y tras esta reacción, ni corto ni perezoso, ha decidido actuar por la vía más radical: "Creo que me voy a quedar sólo con dos de las chicas que están aquí". "Tania, después de todo lo que ha pasado hoy, sinceramente, se me han quitado todas las ganas de conocerte", ha confesado, y la cubana ha abandonado su asiento, después de una verdadera declaración de intenciones.

La siguiente en salir ha sido Ana Belén, después de que él le dijese que tampoco tenía ganas de seguir conociéndole. "Yo a ti sí, pero bueno", ha respondido ella, y tras esto ha sido la siguiente en desfilar.

Ha querido quedarse con Siria, a pesar de que durante el programa se había sentido algo decepcionado por su actitud . Sin embargo, ha querido dejarle claro que tiene muchas ganas de conocerle. También ha dejado a Sara, la última pretendienta que acababa de llegar. Y así, con solo dos asientos ocupados, Abraham continúa luchando por hacer lo correcto, y respetar su trono.