Susana Díaz desaparecía del foco en el Congreso del PSOE, se sentaba en la fila 12 y no acudía al mitin final. Poco después, dijo unas polémicas palabras que las cámaras captaban: “En este congreso, que en las primarias me han dado a mí una hostia, hemos venido a ayudar y a aportar, le acabo de decir al secretario general que lo único que queremos es ayudar, cooperar y solo sabemos hacerlo trabajando”.