Navidad

¿De dónde viene la tradición de comer lentejas en Nochevieja?

lenticchie e cotechino
lenticchie e cotechino. Cuatro.com
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En España, cuando llega la noche del 31 de diciembre, los hogares se llenan de tradiciones. Entre las más clásicas están las uvas, que desaparecerán al compás de las campanadas. Sin embargo no es la única costumbre propia de estas fechas. En muchos hogares se ven lentejas como parte de la cena de Nochevieja. Aunque no es una costumbre tan universal como comer doce uvas, cada vez son más las familias que incluyen este plato en el menú, no solo por su sabor sino por lo que simboliza: buena suerte, abundancia y prosperidad económica para el año que entra. 

Pero, ¿por qué lentejas? El origen de esta tradición tiene raíces antiguas y simbólicas que nos llevan a Italia y a la Antigua Roma, donde los pequeños y humildes granos de lenteja tenían un significado mucho más profundo del que imaginamos hoy. 

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Una costumbre con milenios de historia

La costumbre de asociar las lentejas con la buena fortuna no es nueva. Se remonta al Imperio Romano, donde se creía que estos pequeños granos, redondos y con forma de moneda, representaban riqueza. En esa época, los romanos tenían la tradición de regalar pequeñas bolsas de cuero llenas de lentejas durante las festividades del Año Nuevo, con la esperanza de que, en el nuevo año, se convirtieran en dinero o trajeran abundancia. 

Esa simbología visual se fue transmitiendo con el paso de los siglos. En la Edad Media y el Renacimiento, la costumbre evolucionó en Italia hasta convertirse en un alimento típico durante las celebraciones de fin de año. Tanto es así que este plato tradicional se llama lenticchie y se sirve a menudo con embutidos como cotechino o zampone, completando una comida festiva que combina sabor y superstición. 

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De Italia al resto del mundo

Hoy, la tradición de comer lentejas en Nochevieja sigue estando especialmente arraigada en Italia, donde incluso existen variaciones regionales de este plato popular. La combinación de lenticchie con cotechino (una salchicha de cerdo tradicional) es especialmente típica, y se cree que simboliza prosperidad y suerte financiera para el año entrante. 

Pero esta costumbre no se queda solo en Italia. A través de la diáspora italiana, la tradición ha viajado y se ha adaptado en otras partes del mundo, especialmente en países latinoamericanos como Brasil, donde los inmigrantes italianos llevaron consigo la costumbre de comer lentejas en la cena de Nochevieja con la esperanza de atraer abundancia y prosperidad. 

En otras culturas también existen prácticas similares en torno a alimentos que simbolizan dinero o abundancia (como los guisantes de ojos negros en el sur de Estados Unidos), lo que subraya una idea común: los alimentos redondos o multiplicadores se asocian con la riqueza y la buena suerte en el año nuevo. 

lentejas

El significado moderno de un plato milenario

Aunque la tradición de regalar bolsas de lentejas ha desaparecido, el gesto simbólico ha persistido. Hoy, comer lentejas en Nochevieja, ya sea justo después de las campanadas o como parte de la cena familiar, se interpreta como una forma de invocar la prosperidad económica y la estabilidad para los próximos 12 meses. 

Además, la lenticchie no solo simboliza dinero por su forma: su característica de aumentar de volumen al cocerse también ha sido interpretada como un augurio de crecimiento y expansión en la vida futura, más allá de lo material. 

Esta tradición, por tanto, es un ejemplo de cómo creencias antiguas se transforman con el tiempo pero siguen presentes: no solo comemos porque algo sabe bien, sino porque representa un deseo colectivo de bienestar, salud, prosperidad y abundancia para el año que comienza.

Comer lentejas en Nochevieja puede parecer hoy una costumbre gastronómica más, pero sus raíces se hunden en miles de años de historia, desde los rituales romanos hasta las mesas italianas de fin de año. Lo que comenzó como un gesto simbólico para desear riqueza y prosperidad ha llegado hasta nuestros días como una tradición compartida que combina creencias ancestrales, alimentos nutritivos y la esperanza de un mejor año por delante.

Así que, cuando compartas ese plato de lentejas la noche del 31 de diciembre, no solo estarás siguiendo una costumbre deliciosa: estarás participando en un ritual milenario que invita a que la prosperidad te acompañe en los próximos 12 meses.