Quimeras de humano y mono: 'Horizonte' analiza cómo se han llevado a cabo estos experimentos junto a la doctora Rocío Núñez Calonge

  • Hacia el desarrollo de las quimeras: el problema bioético

  • Rocío Núñez Calonge: "Juan Carlos Izpisúa en el año 2017 consiguió hacer quimeras de cerdo y humano"

El español Juan Carlos Izpisúa y un equipo de investigadores ha logrado crear embriones mezcla de mono y humano. Quimeras de animal y humano. Un gran avance para convertir a animales de otras especies en fábricas de órganos para trasplantes. Así es como lo explica el científico.

En 'Horizonte' hemos querido indagar en este tema junto a Rocío Núñez Calonge, Doctora en Biología especialista en reproducción asistida y bioética. ¿Para qué va a servir? ¿Por qué el gran salto? "Las quimeras no es algo nuevo, se lleva muchos años haciendo experimentos y creando quimeras sobre todo entre especies parecidas", ha explicado, "Juan Carlos Izpisúa en el año 2017 consiguió hacer quimeras de cerdo y humano pero los embriones no lograron sobrevivir más allá de unos pocos días", ha añadido.

Mono y humano

En este experimento se pensó que el fallo estuvo en "la relación tan lejana entre estas dos especies, por eso fue utilizar monos. Y ese es el gran salto: utilizar dos especies muy parecidas. Mono y humano", ha apuntado la doctora.

"Ha habido dos saltos, el hecho en sí de fabricar embriones que tienen una mezcla de ambas células, 134 embriones de mono en cada una de ellas pusieron 25 células humanas", ha explicado, "queda todavía mucho camino, no es tan fácil que se formen esos embriones y puedan tener la capacidad de desarrollar esos órganos".

"Otro de los avances importantes, existe una regla científica, la regla de los 14 días", ha relatado, está prohibido realizar experimentos a partir de esos 14 días, "y en este caso se ha llevado hasta los 20 días desde el punto ético existen inconvenientes porque a partir de los 14 días se diferencian las capas en el desarrollo embrionario. En el judaísmo se considera que a partir del día 14 es una persona", ha apuntado Rocío Núñez Calonge. En este caso, ese límite se ha sobrepasado. Y ahí está el problema bioético.

El siguiente salto para estos embriones sería "transferirlos al animal receptor en este caso el mono, y de esa manera se crearían órganos", ha asegurado.