Tiroteo en Maine | El FBI entra en casa del tirador, Robert Card: los testimonios desde Estados Unidos para ‘Horizonte’

18 personas han muerto y decenas han resultado heridas en dos tiroteos masivos en la ciudad estadounidense de Lewiston, en el estado de Maine. Robert Card es el autor de estos ataques, que ha cometido con la cara descubierta. Desde ‘Horizonte’ hablamos con Mamen Sala, corresponsal de Mediaset y Nerea Barranco, estudiante en la universidad de esta ciudad de 37.000 habitantes.

Iker Jiménez conecta con Mamen Sala, corresponsal de ‘Horizonte’ en Estados Unidos, que cuenta la última hora del tiroteo: el FBI ha entrado en la casa del sospechoso, Robert Card, a quién la policía califica de “muy peligroso”, pues sigue armado.

Mamen también apunta que Maine es uno de los estados más permisivos en porte y compra venta de armas, pues no son necesarias las licencia. “Tampoco hay verificación de antecedentes penales ni estudio de si esa persona tiene algún tipo de problema mental o no”, indica la periodista desde Nueva York, en un momento en el que las investigaciones barajan que Card tuviera algún tipo de problema mental.

Desde ‘Horizonte’ también conectamos en directo con Nerea Barranco, estudiante en la Universidad Bates en Lewiston, que indica que continúan aislados en el campus y sin clases.

“Ayer a 19:30-20:00 horas nos avisaron de que se estaba produciendo un tiroteo y que teníamos que hacer aislamiento. Al principio nos apagaron todas las luces y cerraron las persianas y estuvimos sin salir de los edificios unas 4 o 5 horas. Luego, poco a poco, fueron escoltando a gente a sus respectivas residencias, yo ahora mismo estoy en mi habitación. Ahora la gente está más calmada, pero seguimos en aislamiento y no podemos salir de los edificios”, relata Nerea sobre cómo fue su día de ayer tras el tiroteo en Lewiston, ciudad al noreste de Estados Unidos en la que está estudiando.

Nerea también explica a Iker Jiménez en ‘Horizonte’ cómo vivió el tiroteo una de sus amigas, que se encontraba más cerca del bar y la bolera atacados: “La universidad está como a 2 kilómetros de donde fue el tiroteo, y mi amiga estaba más cerca que nosotros. Tuvo que ir a un sótano y estar con gente de la ciudad escondidos durante un tiempo”, narra la joven.