Valentín, a Natalia: “Te estoy comiendo con los ojos y los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez”

  • Natalia, espantada con el romanticismo de Valentín: “El dulce de leche me encanta, pero lo empalagoso me mata”

  • Natalia no soporta que los hombres se regalen así en la primera cita

Natalia es una apasionada del deporte y se ha encontrado con Valentín, un ex paracaidista que hace tiempo que perdió la forma física. A primera vista ella ha sentido que no era lo que estaba buscando, pero ha decidido conocer su interior porque el exterior se entrena.

Valentín ha sentido un medio flechazo con Natalia y se ha mostrado dispuesto a ponerse en forma a marchar forzadas aunque, es consciente de que le va a costar más de un año de entrenamiento seguirle el ritmo. Ella parecía estar encontrando puntos en común con él, hasta que han empezado a hablar de amor.

Para Valentín una relación es como la construcción de un edificio en la que “uno pone los ladrillos y el otro hace la masa” y le ha explicado que con ella ya estaba casi el edificio construido porque había sentido “un medio flechazo”. Una frase que ha hecho que Natalia tuviera del todo claro que es hombre no era para ella “El dulce de leche me encanta, pero lo empalagoso me mata”.

Natalia le ha advertido a Valentín que a ella el romanticismo la espantaba, pero él ha tenido la sensación de que tenía muy poco tiempo y que tenía que comprimir toda su intensidad. “Tu sonrisa radiante, el brillo de tus ojos, la voz, el acento me encanta también”, ha afirmado Valentín para decirle a Natalia lo que más le gustaba de ella, y lo único que ha conseguido es espantarla todavía más “Ese empalago no puede ser, tú no te puedes regalar así y menos en una primera cita, tienes que mostrarte interesante”.

Para que no pensara que era solo un romanticón, Valentín le ha asegurado a su cita que era muy divertido y no ha parado de hablar, dejándose el postre en el plato: “Te estoy comiendo con los ojos y los hombres no podemos hacer dos cosas a la vez”. Natalia ha tenido la sensación de que aunque la cita fuera corta, Valentín había sido “demasiado intenso” y que con él solo podría hacer una ruta de senderismo.