Midori y Fernando comparten objetivos y hobbies. Ella es una azafata de vuelo japonesa que adora su trabajo y él es ingeniero aeroespacial sin miedo al compromiso. Cuanto más se han descubierto, más se han gustado. A pesar de tener unas vidas muy comprometidas, no le tienen miedo a la distancia ni al idioma: “La distancia no importa, aprendo japonés por ti”. Bajo el muérdago, han sellado su amor con un beso que seguro no es el primero.
Midori es una enamorada de la cultura mediterránea y de los españoles. La joven de 33 años está divorciada y su anterior pareja era chino pero confiesa que desde que conoce el acento español, es su debilidad: “El acento de los españoles es el más sexy”.