No llevaban ni dos minutos hablando cuando Jaime ha escuchado una frase de su cita que le ha hecho pensar eso de “Tierra, trágame”. Héctor le ha confesado que había pasado dos años en un psiquiátrico y no ha sido capaz de reaccionar.
La primera impresión entre Héctor y Jaime ha sido buena, muy buena. Rápidamente ha comenzado a conocerse y se han preguntado de dónde eran y a qué se dedicaban. Héctor le ha explicado que era de Madrid y que hacía una semana que estaba en paro tras pasar dos años en un psiquiátrico.
Al escuchar la palabra psiquiátrico, la cara de Jaime se ha transformado por completo y el soltero se ha visto obligado a puntualizarle que había estado en el psiquiátrico, pero trabajando “soy educador social”. Menos mal porque a Jaime ya le había comenzado a temblar las piernas.