¡Vivan las casualidades! El amor reúne a amantes, vecinos, compañeros de clase y a amores platónicos en ‘First Dates’

  • Amores platónicos de la infancia se vuelven a ver las caras en 'First Dates'

  • En 'First Dates' solo el destino sabe quién va a cruzar la puerta y ser tu cita

  • En 'First Dates' hemos visto casualidades divertidas, alegres y muy, muy macabras: "Por él se rompió mi matrimonio"

Dicen que el mundo es un pañuelo y parece que ‘First Dates’ el restaurante del amor y las casualidades. Sí, por muy complicado que parezca cada vez nos llevamos más sorpresas y los solteros que vienen al programa a buscar el amor de repente se encuentran cenando con su vecino del pueblo, su amor de juventud, su compañero de clase o un amigo que llevaban más de 20 años sin ver.

El amor es la casualidad más bonita de todas y sí lo encuentras por casualidad y con alguien con el que te reencuentras por el mismo motivo, mucho se tiene que torcer la cosa para que la cosa no termine bien. Hace tan solo unos días veíamos como Lucía se echaba las manos a la cabeza al comprobar que su cita, el hombre que la iba a enamorar en ‘First Dates’, no era ni más ni menos que un miembro de su grupo de amigos que había llegado a estar tatuando un culo en el salón de su casa.

Emmanuel y Lucía comenzaron a conocerse a mirarse como nunca antes lo habían hecho y descubrieron que podían ser más que amigos. Algo muy similar a lo que les pasó a Frank y Jesús, dos venezolanos a los que el destino decidió unir por tercera vez en el restaurante de ‘First Dates’ y ya se sabe que a la tercera va la vencida.

Pero para casualidades del destino, la que vivieron Andrés y Marco. Nuestros solteros llegan deseando descubrir a su nueva ilusión y Andrés, no solo no se encontró con alguien nuevo sino que se encontró por la persona que según él sus planes de boda se esfumaron. Y es que ya tenía comprado “el Tiffany y la vajilla”. ¡Vaya papelón, papito!

Pero no siempre que te reencuentras con alguien que ha estado relacionado con tu historia sentimental es malo. Natalia se volvió a enamorar de su primer amor platónico en el momento que Hugo cruzó la puerta del restaurante.

Los solteros se llevan grandes sorpresas e incluso, algunos no saben muy bien ni cómo reaccionar. Pero la impresión que se llevan Carlos Sobera y Matías no se queda atrás. El presentador y el camarero fliparon al ver el divertido, alocado y apasionado reencuentro de Antonio y Roya y eso, que no se dieron cuenta de quién tenía enfrente hasta que ella no le dijo que era de Múnich.

Cuando te encuentras con un señor de tu pueblo, te suelen temblar un poquito las piernas por aquello del qué dirán. Pero superado el inicial ataque de Risa, Pepa se puso el mundo por montera, se olvidó de los prejuicios y quiso descubrir al hombre que el destino le había puesto delante.

Los nervios se apoderan de los solteros cuando Carlos Sobera dice “voy a por tu cita”, pero en el caso de Erazo se esfumaron de golpe cuando vio que el destino quería que conociera de verdad a Máximo, el joven que le pegó su primera pestaña postiza. ¡Bomba!