Ana está buscando un chico guapo y al que le gusten los animales. Su cita es Fernando, que se plantea dejar la construcción y estudiar tanatopraxia. A Ana no le ha gustado Fernando y, aunque le ha mandado algunas indirectas, él parece no haberse enterado: “Sola se está muy bien”. Además, Ana ha confesado ser la “soltera de oro”.