El zasca geográfico de Daria a su cita en ‘First Dates’: “Checoslovaquia no existe”
Daria pide a Mohamed que juegue a adivinar cuál es su país de origen
Daria y Mohamed coinciden en su pasión por Chaikovski y Dostoyevski
Mohamed es originario de Malí y vino a España con solo tres añitos, pero no ha perdido su nacionalidad. Según le ha contado a Carlos Sobera, está trabajando como coaching profesional y en el tema del amor asegura “estamos en ello”. El presentador ha sentido que tenía que ligar mucho porque es muy guapo, pero él le ha dicho que siempre ha sido muy reservado y que ha estado muy centrado en amueblarse como persona. Le gustaría encontrar a una mujer con la que compartir su pasión por el deporte “el montañismo, la calistenia…” y que le guste la lectura.
Daria, su cita, es una chica muy piropeada, pero no encuentra el amor porque le gustan los chicos que le estimulen intelectualmente. Al verla, Mohamed ha sentido que era una mujer muy bella y ella ha sentido lo mismo “me ha encantado”. Además, a ella le ha gustado saber que Mohamed vivía en Reus porque ella quería mudarse a Barcelona.
Ya sentados en la mesa, Daria ha querido que Mohamed le recordara su nombre y él le ha preguntado que cuál era su lugar de procedencia. Daria ha querido que su cita lo adivinara, pero cuando ha escuchado “Checoslovaquia”, ha alucinado y se ha mostrado contundente “Para empezar, Checoslovaquia no existe”. La joven le ha explicado que Checoslovaquia de deshizo antes de que ella naciera y que tampoco era de Bielorrusia. Daria es rusa y le gustaría que no se le notara en el acento “lo he conseguido hablando en inglés”.
Superado el lapsus geográfico, los jóvenes han hablado de literatura, de música clásica y han planeado ir juntos a algún concierto en el que se interprete la música de Chaikovski. Respecto al momento en el que ella empezó a hacer deporte, Daria le ha contado que siempre lo había hecho porque sus padres tenían claro que ella tenía que hablar cuatro idiomas, tener muchos conocimientos y que le apuntaron a ballet desde muy pequeña.
A Mohamed le ha gustado escuchar que los padres de Daria tenían una gran biblioteca en casa y que ella sentía que le gustaba más charlar con las personas mayores porque le aportaban más cosas. De hecho, le ha contado que, en su país, un total desconocido para ella, cuando alguien se muere se dice que “una biblioteca ha desaparecido”.
Entre ambos ha surgido una conexión mucho más allá del físico y en el momento de la decisión final se han mostrado encantados de volver a tener una cita.