Antonio duda de que las mujeres pierdan el deseo con la menopausia en ‘First Dates’: “Después nos morimos”

  • Antonio pide auxilio ante el ataque de tos de su cita: “Rápido que se me muere”

  • Antonio y el chocolate: “Mira que barriga, hace siglos que no me como un Phoskitos”

Mariluz se ha presentado en ‘First Dates’ como una mujer cristiana y con valores tradicionales a la que de vez en cuando le gusta escuchar misa “El torito de Osborne nos define mucho a España”. En el amor le ha ido regular, estuvo casada y tiene una hija. Está buscando a un hombre de valores “un caballero”.

Antonio, su cita, se define así mismo como “un vampiro psíquico porque soy muy empático”, se suele mimetizar con las personas que hay a su alrededor. Dicen que es un tipo muy agradable y que es muy fácil estar con él. Al ver a Mariluz ha sentido que era una mujer guapísima y no ha dudado en decírselo.

Antonio le ha dicho que era de Málaga y que tenia 52 años, pero que sentía que ella era mucho más joven. Mariluz le ha dicho que no fuera tan mentiroso y a los dos les ha entrado un ataque de risa. La cita ha comenzado bien.  

Ya degustando la cena, Mariluz le ha confesado que tenía 55 años y que era comercial de telefonía. Él le ha dicho que trabajaba como conductor de una empresa VTC y que le tenía que ver con el traje puesto. Respecto a sus vidas pasadas, Mariluz le ha contado que tenía una hija y que hacía tres años que su marido la dejó. Al escucharla, Antonio ha sentido que no estaba preparada para volverse a enamorar y ella le ha dicho que se estaba equivocando, que estaba preparadísima, pero que no se iba a enamorar del primero que pasara por delante.

Mariluz ha querido saber cuáles eran las ideas políticas de su cita y al saber que Antonio era de centro “más bien izquierda” le ha entrado un ataque de tos incontrolable. La soltera no podía dejar de toser, ha pedido un vaso de agua y Antonio ha intervenido “Rápido que se me muere, me voy a quedar viudo antes de tiempo”, algo que a ella le ha hecho muchísima gracia.

Superado el susto, Antonio le ha seguido diciendo que él era liberal, progresista y ateo, pero que respetaba las creencias de todo el mundo. Detalles que a ella le han asustado un poco porque ella siempre se ha refugiado en Dios.

Al degustar el postre, Antonio le ha dicho que le apasionaba el chocolate “mira que barriga tengo y hace siglos que no me como un Phoskitos”. Mariluz se ha reído y le ha dicho que ella se había comido uno esa misma mañana, y le ha dicho que desde la menopausia le había salido colesterol y se le había alterado el tiroides.

Antonio nunca ha estado con una mujer menopáusica y ha querido que su cita le respondiera una duda “¿Con la menopausia perdéis el deseo?”. Mariluz ha alucinado y le ha dicho “con la menopausia las mujeres nos morimos”, pero luego el ha explicado que no, que todo es un proceso y que luego es “mejor todavía”.

El soltero ha sentido que Mariluz le iba a dar calabazas y ha sido sincero con ella antes de la decisión final “yo tampoco he visto una bengala en el cielo”. Él siente que está deseando enamorarse y que ella va “con el freno de mano cogido”.