A Paola le gusta que la traten como a una princesa y le encantan los pequeños detalles. Es argentina y lleva un año viviendo en España. En el amor le ha ido bien y en este momento está buscando un compañero con quién proyectar un camino en común. No le gustan las relaciones cortas.
Roberto, su cita, siente que no es un tipo exigente en el amor porque cree que cada persona tiene que ser natural. Al verle, Paola ha sentido que era su hombre perfecto. Él también ha sentido que ella era una chica muy guapa y rápidamente han puesto a conocerse. Roberto es conserje en una residencia de estudiantes y Paola ha estudiado gastronomía. Él soltero le ha contado de primeras que tenía una hija y a Paola no le ha parecido “ni bien ni mal, no es mía”.
Ya sentados en la mesa, Paola le ha contado a su cita que había tenido pocas relaciones, pero muy largas. Roberto también es de relaciones largas y la última fue con la madre de su hija. Entre sus planes de vida está encontrar a una persona con la que tener una relación, pero no tiene ningún proyecto personal. Paola sí tiene el proyecto de ser autónoma y tener su propio negocio.
Paola ha querido saber más sobre lo que Roberto buscaba en una mujer, pero se ha encontrado con una persona muy tranquila que no le daba la conversación ni las aspiraciones que ella buscaba. Él, sin embargo, se estaba viendo muy compatible con ella.
La soltera es pura energía y le ha confesado a su cita que necesita a su lado a otro culo inquieto, a un hombre fuerte al que admirar y en Roberto no ha encontrado ese punto de admiración. En el momento de la cuenta, el soltero ha bromeado con que fuera ella la que invitara y eso a Paola no le ha parecido correcto “qué carajo, sois el caballero, paga la paga en la primera cita”.
En el momento de la decisión final, Roberto le ha explicado que si fuera de Valencia le diría que sí a una segunda cita, pero no le gustaban las relaciones a distancia y que sentía que no iba a funcionar. Ella también le ha dado un no por respuesta y le ha dicho con total sinceridad que ella necesitaba a un hombre fuerte y que a él le veía frágil.