Sara no se resiste al movimiento de cejas de Carlos Sobera en ‘First Dates’: “Eres muy apuesto”

  • Emilio, un hombre ventanilla que busca el amor en ‘First Dates’: “Busca a una señora en la calle y una perra en la cama”

  • Sara no quería, pero le da un piquito a su cita en ‘First Dates’: “Si me llega a meter la lengua le hago la cobra”

  • Ver ‘First Dates’ (15/12/22), online y completo en Cuatro

Emilio es un joven que asegura tener “un poco de peligro, siempre he sido muy fogoso con las chicas”. Su sonrisa le delata, es un poco pillín y Carlos Sobera ha querido saber si era “un hombre ventanilla”. El soltero no sabía lo que le estaba diciendo y él ha matizado “típico hombre ventanillo, el típico ante el que van haciendo cola para poder entrar”.

No se puede quejar en el número de sus conquistar porque ha alcanzado “las tres cifras”. No se acuerda de todas sus conquistas, pero ya en el instituto comenzó a hacer una lista de las chicas a las que había besado o con las que se había acostado. Liga mucho, pero ninguna deja de ser una “follamiga”.

Le gustan las mujeres más bajitas que él, simpáticas, abiertas y muy fogosas. Quiere tener pareja para ser un señor con ella en la calle y en la cama “ser el más guarro de todos”. Al saber que había tenido tantas conquistar, Matías ha tenido miedo de que ya conociera a la mujer que estaba a punto de entrar.

Sara, su cita, se ha presentado como una chica “única”, una persona especial. Le suele decir que cuando llega a un sitio “doy luz porque siempre estoy sonriendo”. Al verla, Emilio se ha lleva una alegría y le ha gustado todo de ella “Qué chotonazo y que chica más guapa. Increíble”.

Los dos han tenido una buena sensación, pero Sara no ha querido perder la oportunidad de que el presentador le hiciera su mítico juego de cejas en directo. Carlos Sobera no ha dudado en hacerle una demostración en directo y ella le ha dicho que era un hombre “muy apuesto”. “Tú también eres un hombre ventanilla”, le ha soltado Emilio que se había quedado con la copla.

Emilio le ha contado a su cita que trabaja de camarero en una zona de fiesta y ella le ha dicho que también había trabajado de lo mismo. Hace un año que ha salido de una relación de 12 años y está intentado hacerse un hueco en este mucho loco de soltería. Sara le ha confesado que sabía que su pareja le estaba siendo infiel, pero que quiso saber hasta dónde era capaz de llegar “incluso le propuso una relación abierta”.

Respecto a las relaciones, Emilio le ha confesado que había ido de mujer en mujer y que lo que busca es “una señora en la calle y una perra en la cama”. Sara ha alucinado y ha tenido la sensación de que todos buscaban lo mismo. Ella le ha dicho que era muy exclusiva y que su satisfyer se lo ponía muy difícil a los hombres y no le gustaba el guarreo que había.

El soltero se ha venido muy arriba y ha sentido que Sara iba a ser lo que él estaba buscando y ella le ha dicho que siempre había intentado ser la mujer perfecta y que en su casa la llama siempre está encendida.

A Sara le ha entrado la risa al abrir las Bolas del Amor porque no estaba dispuesta ni darse ni un beso robado ni darle a Emilio un beso en el ombligo, el soltero no le había gustado y no había más que hablar. De hecho, le ha cambiado de tema por completo y le ha comenzado a decir que tenía muy mala leche y que se convertía en su padre.

Emilio se ha venido arriba porque le gusta que se lo pongan difícil y no ha parado hasta que ha conseguido que le diera un piquito. Sara ha confesado que se lo había dado porque había besado a persona que se lo merecían menos que él “me ha tratado muy bien”. Eso sí, ha tenido claro que “si me llega a meter la lengua, le hago la cobra, le meto un…”.

En el momento de la decisión final, Sara le ha explicado a Emilio que no había sentido la chispa que buscaba y que además, la distancia… Emilio se ha quedado chafado, pero ha entendido las calabazas de su cita.