La sorprendente reacción de un soltero de ‘First Dates’ que olvida el nombre de su cita: “Brillas como el sol”

  • Mariusz y Marián no se gustan a primera vista y pasan toda la cita buscando cosas que les separan

  • Ni beso celestial ni fantasía sexual al oído, Marian para en seco a su cita en ‘First Dates’

  • Carlos Sobera, impresionado con el físico de Mariusz: “Parece que tienes 50”

En ‘First Dates’ hemos visto a muchos solteros llegar al final de su cita sin acordarse del nombre de su cita, pero nunca habíamos visto a nadie reaccionar con tanta rapidez e ingenio como a Mariusz. Se ha equivocado con el nombre de su cita, pero había un motivo.

Mariusz ha llamado la atención de Carlos Sobera en ‘First Dates’ porque a sus 64 años está en plena forma y tiene un físico de un hombre de 50. Tiene la sensación de que la juventud se siente dentro y él “arranca árboles, ando mucho, hago bici…”. Es de origen polaco, pero hace 22 años que está en España. Su padre era camionero y siempre le traía cosas del país, por lo que decidió que él quería venir aquí.

En el 2002 conoció a una mujer española y tiene un hijo de 19 años, pero su pareja se murió con tan solo 41 años. Busca a una chica divertida. Marián, su cita, es una mujer que sabe que gusta a los hombres, pero el gusta hacerse desear y no lanzarse de golpe.

Al verla, Mariusz ha sentido que era una mujer guapa que tenía todo en su sitio, pero “yo soy de las mujeres más finas, más altas”. A ella tampoco le ha gustado mucho que su cita no fuera un chico español “no tengo manías, pero me esperaba un chicarrón del norte”.

Ya degustando la cena, Mariusz le ha contado a Marián que a él le encantaba hacer cosas y que no podía estar metido en casa. Ella se ha cansado solo de escucharle decir que anda 30 kilómetros diarios. A Marián lo que le gusta es hace vídeos cantando y bailando en TikTok o pasar el domingo en casa sin quitarse el pijama “viendo una película en el sofá y comiendo pipas”.

El soltero ha querido saber cómo era su cita en la convivencia y en el terreno sexual. Ella la ha dicho que en el sexo “cuando apetezca”, pero en realidad le ha parecido que a sus edades eso no es fundamental. Mariusz está a punto de jubilarse, pero el ha confesado a su cita que por dentro se siente cómo si tuviera 30 años.

Los solteros se han pasado toda la cena encontrando cosas que les separaban y en el fotomatón han terminado de alejarse por completo, no se han juntado ni para explotar el globo. Marián le ha dejado claro que ni le iba a dar un besito “celestial” ni necesitaba que le dijera al oído cuál era su fantasía sexual. Él ha sentido que era un juego y que no pasaba nada, pero ella lo tenía más que claro.

En el momento de la decisión final, Mariusz ha intentado explicar que no había sentido la chispa que te pica al ver a alguien por primera vez, pero ha cometido un error con el nombre de su cita y nos ha demostrado cómo se sale de un apuro así triunfador. En lugar de Marián la ha llamado Marisol y le ha dicho que se había despistado porque “brillas como el sol”.

A Marián le ha encantado la salida de su cita y aunque, ella también le ha dado calabazas porque tampoco había sentido las mariposas que esperaba, le ha planteado la posibilidad de ser amigos ya que los dos viven en Valencia.