Sofía y Abraán no conectan en ‘First Dates’: “Ha sido una entrevista de trabajo”
Abraán es de campo y Sofía una mujer de ciudad que va al campo obligada
A Sofía le da miedo la maternidad y Abraán quiere tener descendencia para dejar algo suyo en este mundo
Abraán es deportista profesional y restaura coches antiguos: “Tengo unos cuantos”
Al verle cruzar la puerta de ‘First Dates’, Carlos Sobera ha sentido que estaba ante el auténtico Abraán de la Biblia y no se ha equivocado mucho porque el soltero es historiador arqueológico en rodajes de cine y tiene que convertir hallazgos arqueológicos en autenticas piezas que se puedan usar para caracterizar a los personajes de ficción. Es un tipo pagano y le gusta mucho el mundo nórdico y la historia vikinga.
También es deportista profesional en el mundo de la bicicleta y el gusta mucho la actividad al mundo libre. Busca a una pareja con la que tener hijos y vivir en paz “no pido nada más”. Sofia, su cita, ha entrado en el restaurante y lo primero que ha hecho es darle un gran abrazo a Carlos Sobera. Para ella es muy importante el tema de espiritualidad y las energías, y le gustaría que la persona que esté con ella lo entienda.
A Abraán le ha resultado una chica muy atractiva y rápidamente se han puesto a hablar de sus profesiones y lugares de origen.
Al saber que había cumplido 30 años este verano, Sofía ha querido saber cuál era el signo de Abraán y han descubierto que a los dos les gustaba el mundo de la astrología y que creían en las energías. Ella comenzó a interesarse por la religión budista, pero ha cambiado un poco su camino, y él el ha contado que es pagano. Vive rodeado de lugares mágicos y llenos de energía y siente ese contacto.
Sofía ha sentido que tenían en común el rollo de las energías, pero que su espiritualidad iba por caminos muy diferentes. Algo que se ha ido repitiendo según iban sacando temas de conversación. Sofía le ha contado que ella es una chica muy de ciudad y que, aunque cuando va al campo siente que se le recargan las pilas, no es algo que haga sin ser obligada. Por el contrario, Abraán es un chico al que le encanta estar en el campo, salir con la bici, trabajar en la forja, leer en el jardín, pasear con sus perros… El 90% de su vida se desarrolla en el campo y siente que en la ciudad no puede ser él.
En el tema de las relaciones, Abraán y Sofía también se han encontrado con un gran abismo difícil de cruzar. A ella el tema de la gestación y la maternidad le da mucho miedo. Abraán por su parte le ha explicado que él quiere tener descendencia para dejar algo de él en este mundo igual que sus antepasados dejaron algo de su espíritu en él. A ella esto le ha parecido un tanto banal.
En el momento de la decisión final él ha explicado que no era necesario tener una segunda cita porque se habían dado cuenta de que no eran compatibles en cosas que eran vitales para ambos y para tener una relación. Ella le ha dado la razón y ha definido la cita como un encuentro con alguien en una cafetería o “una entrevista de trabajo”, y no se han dado ni dos besos de despedida.