Aner, al saber que su cita en ‘First Dates’ busca empotrador: “Yo la empotro por delante y por detrás”

Aner y Alazne han venido a ‘First Dates’ “más negros que los cojones de un grillo” y además, del color, han descubierto que eran muchas más las cosas que les unían. Ella ha sentido que le cortaría el pelo para una segunda cita, pero se ha dejado seducir y ha descubierto a un hombre sincero y natural.

Aner ha llegado a ‘First Dates’ por segunda vez derrochando energía y sin saber muy bien por qué todavía no tiene novia. Su primera cita no salió como él esperaba y espera conocer a una chiquita elegante y que si puede ser le guste el rock and roll. Alazne, su cita, es una chica arrolladora que arrasa allá donde va.

En su primera cita en ‘First Dates’ no sintió el mismo gancho que su cita, pero al ver a Aner no ha salido corriendo. No es el tipo de chico que la suele gustar, pero ha querido conocerle y darle una oportunidad. Aner se ha puesto muy nervioso con el escote de Alazne y ha bajado el tono de su voz.

La cita de Aner y Alazne ha comenzado hablando de profesiones. Él le ha dicho que era panadero en un negocio familiar y ha adivinado que su cita era peluquera porque tenía un tatuaje de unas tijeras. Alazne ha tenido claro que le cortaría el pelo a Aner y le daría un nuevo look. Él le ha dicho que le gustaba el metal en todas sus versiones, a ella también le gusta, pero se define como “technolari” porque le gusta mucho bailar techno. A él le ha encantado y se autodefinido “metalari”. También han estado de acuerdo en que los dos son muy disfrutones y que les gusta que la gente que está a su alrededor se lo pase muy bien.

Aner estaba encantado con Alazne y le ha dicho que le parecía una chica “muy Jatorra”, o lo que es lo mismo “muy maja” con la que podía hablar de todo. Ella le ha dicho que le gustaba hablar de todo con total libertad y rápidamente han comenzado a hablar de sexo. Ella le ha dicho que lo que más le gusta es que la empotren y Aner se ha mostrado encantado de hacerlo “yo la empotro por delante y por detrás”. Ella también le ha advertido que a ella también le gustaba empotrar.

Él estaba encantado, pero ella nos ha confesado que sentía que “no da el perfil de empotrador”. A él lo del “empotramiento reciproco” le ha sonado a “grupo punky, yo te hago los coros y tú cantas”.

Aner y Alazne han terminado su cita dándose mordisquitos en el cuello en el fotomatón y más contentos que todas las cosas. No saben qué les deparará el futuro, pero sí que se lo han pasado muy bien juntos. Aner quiere repetir cita con una mujer tan jatorra como Alazne y ella quiere “seguir conociendo”. De momento, su primera cita será en Basauri.