Un experto concursante de realites de supervivencia vascos “no sobrevive” a la búsqueda del amor en ‘First Dates’: “Eres más joven que yo”

Tras sobrevivir sin nada en varios continentes del planeta, Aner se ha puesto de tiros largos para encontrar el amor en ‘First Dates’. No se esperaba nada concreto y ha flipado al encontrarse con Sandra, una mujer “más macarra” que él con la que no ha parado de reírse en toda la cita. Eso sí, el amor, lo que se dice el amor, ha brillado por su ausencia.

Sandra se define a una mujer a la que no le gusta nada lo tradicional y que hace dos años dejó la ciudad para irse a vivir en mitad del campo dónde está montando un hotel canino. Está muy decepcionada con los hombres y tiene miedo de volver a enamorarse porque siempre que lo ha hecho, lo ha pasado fatal “Conocer a gente y echar un kiki no está mal, pero tú media naranja no existe”.

Aner, su cita, ha entrado en ‘First Dates’ con las cosas muy claras y gran seguridad. Ha participado en tres realities de televisión y en el País Vasco le conocen por sus continuas apariciones en el programa “Atrápame si puedes”. Al ver a Sandra, ha sentido buen rollo y rápidamente se han sentado en la mesa para conocerse mejor.

Dicen que en casa del herrero cuchillo de palo y Aner le ha contado a su cita que es panadero además, de concursante de realities de supervivencia y a los dos les ha entrado la risa al ver que no tenían pan en la cena. Sandra es una mujer de buen comer y cuando ha visto el primer plato que le han servido has soltado un “es muy poco, ¿no?”. Aner ha intentado quitarle importancia diciéndole que las buenas cosas vienen en dosis pequeñas, pero no ha servido de mucho. Ellos querían pan y no han dudado en pedirlo “un poquito de pan, ¿no?”.

El pan, el vino, la forma de hablar… Aner y Sandra se han dado cuenta rápìdo de que hablaban el mismo idioma y no han parado de reírse ni un momento. Es más, él ha soltado un “Es más macarra que yo” eso sí, siempre por el lado positivo.

Al saber que quería montar un hostal canino, Aner le ha preguntado a Sandra por sus animales y ella le ha contado que vive con dos perros, un gato y tres gallinas “en mi finca la testosterona es cero, el perro y el gato están castrados, mandamos nosotras”. Lleva más de 20 años divorciada, hace dos años que su hijo se fue con su padre y ha aprendido a vivir en soledad. Está contenta con sus animales, sus gallinitas le dan un huevo diario y sobre todo “no me mienten”, ha asegurado con lágrimas en los ojos.

Aner le ha contado que en su caserío también crían cerdos, pero que ellos les llaman “chomin”, algo que a Sandra le ha hecho mucha gracia “Es cómeme el cerdito”. Entre ellos las risas han surgido todo el rato y han sentido que eran los únicos que se lo estaban pasando en grande durante su cena.

La cita de Aner y Sandra no podía ir mejor, han coincido en un montón de cosas, se han reído, lo han pasado genial juntos, pero cuando han sacado el tema de la edad se han dado cuenta de que algo les separaba más que los kilómetros. A Sandra le ha impactado saber que ella era 10 años más mayor que Aner “yo quiero a alguien mayor que yo” y no ha dudado en darle calabazas. Eso sí le ha pedido el teléfono para verse en alguna otra ocasión porque se han caído genial.