Asier cumple el deseo de su madre y busca el amor en ‘First Dates’: “No la vayas a liar, por favor”

  • Mónica pierde el interés por Asier al saber que ha venido para complacer a su madre: “No está buscando el amor”

  • Lo que más le gusta a Asier: “Peinar a una mujer desnuda frente al espejo mientras que ella me lee algo bonito”

  • Asier, en una relación: “Doy unos masajes de pies que lo flipas”

Asier ha venido a ‘First Dates’ con un doble objetivo, hacer feliz a su madre y encontrar a la mujer de su vida. Parecía que Mónica podía ser la candidata perfecta para ser peinada cada noche sin ropa frente al espejo, pero ella ha sentido que él no tenía suficiente interés hacía ella y la cosa no ha terminado bien.

Asier es “un tío de la hostia”, un tomatero de Deusto que lleva 8 o 9 años soltero, aunque ha tenido sus historias fugaces en la noche. Está buscando a una chica generosa, amante de la vida, cariñosa, que preste atención a las pequeñas cosas de la vida. Nos ha confesado que una de las cosas que más le gusta es peinar a chicas desnudas frente al espejo mientras que ellas le leen algo bonito “es algo entrañable, está leyendo, yo disfruto mucho, me parece súper relajante para ella y para mí”. Una confesión ante la que Carlos Sobera ha exclamado un “los del norte somos especiales”.

Mónica, su cita, tiene ganas de volver a enamorarse porque tiene ganas de volver a sentir. Tiene un punto de locura con control y le encanta reír y divertirse. Nada más llegar, se ha pedido un calimocho y eso a Asier le ha encantado, y le ha dejado claro que también era vasca. Él se ha llevado una buena impresión “me han gustado mucho las tetas de Mónica porque son ahí, para agarrar. Eso para el invierno viene bien para coger calor y estas cosas”.

Asier le ha contado a Mónica que trabaja en un hotel del centro y que le encanta potear “hasta que me pongo azul”. Es un tipo que ve la vida de forma muy positiva, pero que no se esconde para llorar y se emociona con una canción o al leer una desgracia. A Mónica le ha parecido un tipo muy interesantes con el que se iría de fiesta y aparecería a la mañana siguiente habiéndoselo pasado fenomenal, y no le ha importado que no le siguiera en su locura de querer saltar desde un helicóptero “yo ni borracho, ya a estar alturas”.

El soltero ha querido saber si Mónica tenía hijos y ella le ha contado que tenía una niña de 12 años que era quién le había animado a venir al programa. A él también le habían animado, pero no su hija, sino su madre. La madre de Asier es una gran seguidora del programa y aunque pensó que su hijo no sería capaz, al saber que iba a venir sintió miedo “Asier, por favor, no la vayas a liar”. A Mónica no le ha gustado saberlo porque ha sentido que su cita no estaba abierta al amor y que solo había venido a ‘First Dates’ para complacer a su madre, pero él le ha asegurado que no, que él estaba abierto al amor y que sabía que podía conocer a una mujer maravillosa.

Desde ese momento, la visión de Mónica de la cita ha cambiado y ha dejado de creer en Asier. Él le ha dicho que era un tipo muy entregado y pasional en las relaciones e incluso, que le encantaba dar masajes en los pies “Te hago un masaje de pies que lo flipas, de talones”. Pero ella ha sentido que no se estaba interesando nada por ella y que solo hablaba y hablaba sin prestarle atención.

Él, sin embargo, estaba feliz de haber conocido a Mónica y no ha dudado en confesarle que sí le gustaría ser padre y soltarle de golpe que sus amigos donaban semen en el instituto “tenían que estar quince días sin masturbarse y no lo hacían”. En el momento de la decisión final, Asier se ha deshecho en piropos con Mónica para justificar su decisión de querer repetir la cita. Ella se ha visto apurada porque se lo había pasado muy bien y no le importaría volver a quedar con él, pero le ha explicado que había sentido que se interesara por ella ni la dejara hablar.