Isa no para de reír en ‘First Dates’: “Me lo he pasado tan bien que me ha dado igual que no fuera un gordo”

  • A Isa le gustan los chicos con barriga: “Que desnudos se les caigan las chichas”

  • Javi antes era un niño gordo: “Mi madre me daba de comer con un embudo”

  • Isa siente miedo al ver que Javi es igual que ella: “Lo nuestro puede ser una casa de locos”

Isa no tenía ninguna expectativa “lo que tenga que venir, que venga”, pero al ver a Javi le han faltado unos cuantos kilos. A ella le gustan los chicos con barriga y su cita era un joven delgadito. Lo que ella no esperaba era pasárselo tan bien que se olvidara del físico de su cita en ‘First Dates’.

Mª Isabel no quiere ser el payaso del circo, pero sí le gusta decir cosas para que se rían sus amigas “me dan igual las arrugas”. En el amor le ha ido fatal, ha tenido una relación de 18 años, fue mamá de 19 años y ahora tiene dos hijos. Si repitiera, haría lo mismo porque ella aprendió con su hijo. No tiene ninguna expectativa sobre su cita “lo que tenga que venir, que venga”, pero sí prefiere que le gusten los niños.

Javier, su cita, es un chico que siempre ha destacado por ser divertido, extrovertido… Al verle, Isa se ha sorprendido porque a ella le gustan los hombres “rudos, con barriga, fuertes de trabajar en el campo…” y se ha encontrado con un chico delgadito. Tampoco le ha gustado su nombre porque Javier se llama el padre de sus hijos “he estado 18 años con un Javier y no me ha ido nada bien”. Él, sin embargo, ha sentido que era una chica muy bonita “me ha gustado mucho”.

Ya sentados en la mesa, Javi ha querido saber quién era Javi y ella le ha contado que es el padre de sus dos hijos. A él no le ha importado porque también tiene un hijo de 12 años. Isa estaba un poco rara porque según iba hablando con Javi iba descubriendo que tenían un montón de cosas en común y no sabía si eso iba a ser bueno o malo.

Javier ha querido saber qué le gustaba hacer a su cita y ella le ha explicado que no le gustaban las aglomeraciones y que tenía corazón de pueblo. De hecho, le ha mostrado los rasguños que se había hecho al caerse de un árbol “quería coger hojas de morera para mis gusanos de seda”. Le gustan mucho los animales y asegura que prefiere estamparse con la bici que pisar una hormiga. Javi ha querido saber cómo era capaz de ver una hormiga desde la bici y ella le ha dicho que del oído estaba mal, pero que tenía vista de águila, algo que a él le ha hecho mucha gracia porque no es la primera mujer que conoce que tiene como ella una visión de 360 grados.

Entre ellos estaba surgiendo una complicidad tal que ella ha sentido que su casa podría ser una casa de locos, pero Javier le ha dicho que a él le parecía guay “ya nos encontraremos en algún momento, nos damos un besito y cada uno sigue con su 4x4”.

Durante el postre, Javi le ha contado que era un apasionado del dulce y que, aunque ahora estaba delgado, siempre había sido un chico fuerte “con 15 años pesaba casi 100 kilos”. Entre risas le ha confesado que su madre le daba de comer casi con un embudo “como si estuviera rellenando un pato para hacer foie”. Ella no ha parado de reírse ni un momento “Me lo he pasado tan bien que me ha dado igual que no fuera un gordo” y en el momento de la decisión final no ha dudado en corresponder sus ganas de seguir conociéndose “además, somos vecinos”.