Anna entra a matar en el reservado de ‘First Dates’: “Soy un poco creída e igual le he parecido más fea que un tiro de mierda”

  • Anna, sobre los “bollo dramas”: “Las bolleras somos como una secta”

  • Anna siempre ha usado la misma raya de ojos: “Al principio me salían dos butifarras”

  • Anna, ante la sexualidad de su cita: “A mí me da igual que sea bisexual o no, mientras me sepa comer el coño, perfecto”

Anna y Desireé han venido a ‘First Dates’ en busca de una relación abierta y una mujer que las robara el corazón y han salido con dos planes para hacer juntas y un besito más que dulce.

Carlos Sobera ha recibido a Desireé con mucha ilusión porque le habían dicho que era natural de Baracaldo (Bilbao) como él, pero al saber que la joven se fue nada más nacer y que le gusta mucho más Barcelona que es donde vive ahora, se ha quedado un poco chafado y le ha recordado que Baracaldo es mucho Baracaldo.

Desireé ha tenido solo una relación larga de más de un año y asegura que siempre está metida en algún “bollo drama”. Busca a una chica “vulnerable” que sepa expresar sus sentimientos en el momento y no se guarde nada. Al ver a su cita, se ha fijado sobre todo en sus ojos y ha tenido una buena sensación.

Anna, su cita, es una joven que lleva desde muy pequeña pintándose la raya “al principio me salían dos butifarras”, pero ahora se hace un rabillo casi perfecto. También ha tenido buenas sensaciones al conocer a Desireé y algo le ha dicho que le iba a caer bien.

Desireé le ha contado a su cita que está trabajando en un hotel y que estudia un módulo de Negocio Internacional. Anna está trabajando en una discoteca y al saber que su cita no la conocía no ha dudado en invitarla a la fiesta de solo chicas que hacen una vez al mes.

Anna, sobre su look: “Soy dosmilera y un poco guarra, me gusta enseñar”

Respecto a sus aficines, Anna asegura ser “un poco perra, ver series y salir de fiesta” y Desireé le ha contado que le gusta mucho recorrer las tiendas de ropa de segunda mano con fines solidarios. Anna define su estilo como “dosmilera y un poco guarra, me gusta enseñar”. Suele comprarse la ropa en la sección infantil para que las camisetas el queden en modo top.

Respecto a las relaciones de pareja, Anna le ha contado a Desireé que nunca ha estado en una relación abierta, pero que es lo que está buscando en este momento. Su cita ha sentido que le había leído la mente porque ella también está en ese punto de libertad en el que no quiere que alguien le deje de gustar porque esté en pareja.

Al saber que casi todas las historias de su cita terminaban en drama, Anna ha sacado una conclusión “Las bolleras somos como una secta, nos conocemos todas y no quedamos en nada”. Desireé también le ha confesado que había estado con un chico que no podía decir que fuera lesbiana porque nunca se sabe, pero a Anna le ha dado igual “A mí me da igual que sea bisexual o no, mientras me sepa comer el coño, perfecto”.

Anna ha llegado al reservado con la seguridad de que le había gustado a Desireé “soy un poco creída e igual le he parecido más fea que un tiro de mierda” y ha decidido “entrar a matar”. Al cogerse de las manos se han dicho que la cita les estaba encantando y no han dudado en darse un beso dulce “con un poquito de nata”.

En el momento de la decisión final, ambas han dicho que sí a una segunda cita y querían seguirse conociendo porque habían superado sus expectativas.