Anna, un soltera de ‘First Dates’ que va “girando cabezas” y que practica el sexo tántrico: “¿Eso qué es exactamente?”

  • Anna, sobre los besos de Albert: “Besa bien, habrá que saber si besa mejor”

  • A Anna no le gusta la monotonía en el sexo: “¿Practicas sexo tántrico?”

  • Albert se viene arriba al hablar de sexo con su cita: “¿Cuál es tu fantasía sexual?

Anna ha venido a ‘First Dates’ en un chico rubio de ojos azules y se ha encontrado con Albert, un joven del que no sabe dónde está su país, pero que le ha gustado mucho, mucho.

Anna se define como una mujer pansexual que se enamora de las personas y no de su género, pero a ‘First Dates’ ha venido en busca de un chico a poder ser rubio de ojos azules. Al ver a su cita, ha sentido que tenía todo lo que estaba buscando en un hombre y que además, era alto como le gustaban a ella.

A Robert, su cita, no suele haber conquista que se le resista, aunque asegura que no le gusta ir de flor en flor. Al ver a su cita, ha sentido que sexualmente le atraía y rápidamente se ha puesto a conocerla. El joven es rumano y está viviendo en Menorca. Anna no sabía muy bien dónde está Rumanía, pero sí que entre Menorca y Barcelona hay vuelo directo.

Albert ha querido saber de dónde procedía el acento catalán de su cita y ella le ha explicado que sus padres son catalanes. Él también habla catalán, pero lo tiene un poco oxidado porque no tiene con quién practicarlo. Anna le ha contado que está estudiando un curso para ser monitora de tiempo libre y su cita le ha explicado que él acaba de aprobar la ESO y está pensando si hacer un curso de capitán de barco o estudiar psicología en la universidad.

Sin previo aviso, Anna le ha soltado un “¿Te gusta la fiesta?” y al saber que sí, le ha preguntado “¿Qué te parece que tu pareja vaya girando cabezas?”. Albert se ha quedado en shock y ella le ha explicado que le gustaba vestirse de forma provocativa y que la miraran cuando sale de fiesta. A él le ha parecido estupendo porque es al primero que le gusta que sus parejas levanten pasiones, pero “siempre con respeto”.

Anna ha querido saber qué le había parecido a su cita y él le ha dicho que le había transmitido paz y un poquito de locura, la combinación perfecta. Albert le ha confesado que a él el único arte que le gustaba era la música, pero a ella no le ha preocupado porque está segura de que le va a gustar que le lleve a un museo.

La soltera también le ha preguntado por el tema espiritual y Albert ha compartido su pasión por la naturaleza e “ir de camping y no pensar en nada más”. Respecto al sexo, Albert ha necesitado que le explicara en qué consistía el sexo tántrico para que pudiera confirmarle si lo había practicado o no.

Al ver que la cita comenzaba a calentarse, el joven ha querido saber cuál era la fantasía sexual de su cita y ella le ha dicho que le gustaría que la ataran con unas esposas. No es que le guste el sexo fuerte, pero sí le gusta romper la monotonía “siempre le mismo, no”.

En el reservado, la intención de Albert y Anna era la de ir poco a poco, pero no han podido resistirse a probar sus labios. Ella ha tenido la sensación de que “besa bien y habrá que saber si puede besar mejor”. Se han gustado tanto que a ella le ha dado igual que Albert no la fuera a sorprender visitando un museo. De momento, se han seguido conociendo por las calles de Madrid.

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