José María y Vicky confiesan que se están olvidando de cómo hacer el amor: “Ya tengo telarañas”
Vicky queda sorprendida con los ocho apellidos vascos de su cita, tras regresar por segunda vez a 'First Dates'
El expastor y camionero de Navarra reconoce que lleva cuatro años sin mantener relaciones sexuales
José María no puede creer que su cita lleve mucho tiempo sin hacer el amor: “¿Qué tienes telarañas o qué?”
Vicky vuelve una vez más a ‘First Dates’ con un firme propósito, conseguir encontrar el amor. Nada más conocer que su cita tiene ocho apellidos vascos se ha emocionado. Hoy ha cenado con José María, expastor y camionero de Navarra, que busca tener 'feeling' por la mirada.
Ambos tienen gustos parecidos y cosas en común, como su admiración por el buen vino y la comida. Pero no solo eso, los dos llevan mucho tiempo sin encontrar a alguien con quien compartir sus vidas.
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Si estuviesen juntos, José María y Vicky sabrían cuando las cosas no marchan bien, como dice el pastor, “si no hay discusiones o todo es vale, vale, ahí alguien está metiendo la gamba”.
"El amor hay que practicarlo"
Desde el punto de vista de Vicky, “el amor hay que practicarlo, porque se olvida, a mí se me ha olvidado”. El navarro no cabe en su asombro, “¿qué tienes telarañas o qué?” Su cita, sin ningún pudor, lo confirma, “sí, ya tengo telarañas”, pero no es la única, ya que José María lleva cuatro años sin mantener relaciones sexuales. Básicamente, desde que su primer y único amor falleció.
¿Hacer el amor es como montar en bici?
Tanto José María como Vicky consideran que hacer el amor no es como montar en bicicleta. El camionero tiene claro que “se me va a olvidar”, al igual que su cita, que llega a 'First Dates' para ver si “encuentro un chico guapo, majo y encima, si es guipuzcoano o es vasco, también me sirve”.
Ante esa indirecta muy directa, José María no puede parar de reírse, “tú te descojonas de todo chiqui”. A pesar de que buscan lo mismo y todos sus puntos en común, esta vez ha sido Vicky la rechazada, ya que su cita de hoy esperaba a alguien que le transmitiese más cosas con la mirada.