María, al saber lo que su cita de ‘First Dates’ busca de una pareja: “Me he acojonado”

  • María propone a su cita hacer “una torrà” y luego le da calabazas

  • Alberto, sobre su hija pequeña: “Es mi Santo Grial”

  • María sintió rechazo por los hombres tras su traumática separación: “Estuve cinco meses llorando”

María ha venido a ‘First Dates’ en busca de “la chispa del amor”, ha brindad por “el Santo Grial”  y ha llegado a imaginarse haciendo una torrà con su cita, pero chispa no ha sentido ninguna. A María le ha acojonado lo que Alberto busca en una pareja y su físico no le ha entrado por los ojos.

“El amor es el tesoro más preciado”, ha sido la frase de presentación de María. Una joven “real y deportista”, en el amor ha sido “bastante lineal” y es mamá de una niña. Su última relación terminó hace un año y le costó mucho acercarse a un hombre, sentía rechazo a que le tocaran, pero después de una gran decepción, está convencida de que todo renace.

Busca a un hombre sin pájaros en la cabeza y activo. No necesita tener todo en común con él, pero sí realizarse mutuamente cuando estén juntos. Alberto, su cita, está buscando a una persona con la que compartir su vida, pero al verla, María no ha sentido nada no le ha llamado la atención “por la calle no me fijo en él”. Todo lo contrario a lo que ha sentido él “guapísima, tiene una mirada penetrante”. Rápidamente se han puesto a hablar de Valencia y de los hijos que tienen cada uno. Alberto tiene dos que “crecen rapidísimo”.

María le ha contado a Alberto que lleva un año separada y que lo pasó muy mal “estuve 5 meses llorando y sin levantar cabeza”. Él le ha entendido a la perfección porque también atravesó una separación complicada y sabe lo que es sentir rechazo por el sexo opuesto. La pareja de Alberto se marchó a Mallorca a trabajar y nunca más regresó “fue como si me abandonara”. Asegura que lo pasó muy mal por las niñas, pero que lo ha superado porque su hija pequeña es su “Santo Grial”. Ante la emoción en los ojos del comensal, María no ha dudado en brindar por sus hijas y es que, le ha gustado mucho que Alberto sea padre y la pueda entender en ese sentido.

María, a Alberto: "Tú y yo nos vamos a hacer una buena torrà"

A María le ha dado morbo saber que Alberto era un buen cocinero y no ha dudado en proponerle un plan para la próxima vez que se vieran “no sé qué saldrá de esta cita, pero tú y yo nos tenemos que hacer una buena torrà”. Alberto ha aceptado encantado y se ha dado cuenta de que María tenía mucho sentido del humor y era una persona muy parecida a él.

“Me ha acojonado”, ha asegurado muerta de la risa ante lo que Alberto espera de una pareja “Necesito a una mujer en vida que me dé estabilidad, que me quiera como soy”. Ella está acostumbrada a relaciones en la que las dos personas son independientes y se necesitan y compaginan en momentos concretos, no todo el rato. Ella busca la chispa del amor aunque le sigue dando miedo confiar.

María ha vuelto a insistir en hacer una torrà juntos y Alberto estaba convencido de que eso iba a ser su segunda cita, pero parece que nunca se va a producir. En el momento de la verdad, María le ha confesado que no ha sentido un flechazo a primera vista y que aunque le había parecido un tío estupendo, no había sentido la chispa del amor que estaba buscando.