Pueblos sin colegios, sin centros de salud, sin gente. Son las imágenes de una España en extinción ya que en 20 años, muchos municipios han perdido más del 87% de la población estando en peligro de desaparecer. Valdelinares, en Teruel, cuenta con tan solo 87 vecinos.
Teresa, trabajadora de la oficina de turismo, nos ha hecho una ruta por el pueblo. Los comercios han cerrado y los únicos que se mantienen son los bares por tratarse del “centro social” del lugar. El turismo y el ganado son las fuentes principales de ingresos y abastecen sus necesidades bajando a Teruel o esperando a que lleguen furgonetas semanales cargadas de víveres y medicamentos. El médico solo pasa consulta una vez a la semana pero, sin duda, la estrella es la peluquera ya que solo sube al pueblo una vez al mes.
La escuela de Valdelinares ha estado a punto de cerrar por falta de niños. Actualmente cuenta con cinco alumnos y el equipo de ‘En el punto de mira’ ha podido hablar con ellos. Antonio, de 11 años, asegura que le encanta su pueblo y que “no se quiere ir”. Todos están contentos en su colegio y ninguno cambiaría su entorno pero, quizás, tengan que verse obligados a salir. Sus niños tienen grandes miras en el futuro y van a luchar por dedicarse a lo que más les gusta: ser youtubers, grandes deportistas o profesores. Aunque son conscientes de que Valdelinares no tiene las mejores herramientas para desarrollar las profesiones del futuro, sueñan con que nuevas familias decidan asentarse en su pueblo para evolucionar como comunidad.