Incomunicados, encerrados y sin asistencia médica desde hacía años: así encontró la Guardia Civil a una pareja de ancianos

cuatro.com 19/06/2018 14:26

Cuatro personas se enfrentan a un juicio por presuntamente haberse aprovechado de un matrimonio de ancianos, Emilia y Antonio. Según el fiscal, les quitaron todo. ‘En el punto de mira’ ha tenido acceso a unas imágenes grabadas por las cámaras de seguridad de un banco, en ellas vemos a María Emilia mostrando una cartilla, le dan un fajo de billetes pero es su cuidador quien los coge. Él, su expareja, una notaria y el constructor que compró una de las propiedades son los acusados.

El matrimonio vive en una residencia y están tutelados por la Generalitat Valenciana. Ella era profesora y él director de un banco, cuando la Guardia Civil les encuentra, ella estaba sentada en una silla y su marido postrado en una cama. La banda los tenía en este piso que no reunía las condiciones higiénicas adecuadas según nos cuenta la Guardia Civil. Él estaba impedido, la mujer no tenía llaves y solo disponía de un móvil sin saldo, con lo que no podía pedir ayuda. Además, llevaban años sin recibir asistencia médica, él desde 2011 y ella desde 2014.

Lo más sorprendente es que uno de los cuidadores, Juan, tiene una inmobiliaria y aún alquila el chalet del matrimonio. Pide 3.000 euros por quincena e incluso enseña la vivienda a una redactora del programa que se hace pasar por turista. A la salida de la casa le esperaba Boro Barber con la cámara, y Juan decidió atrincherarse en la casa pidiendo que se marcharan: “no, este es el caso que más me ha indignado”, decía el reportero.

Pero Juan conseguía salir sin que le vieran nuestras cámaras, situación que no pudo evitar el día del juicio. A las puertas del tribunal le esperaba nuestro equipo, un momento muy tenso en el que él huía corriendo y luego empujando a una mujer e incluso la cámara. Su hijo, que le acompañaba, culpaba al resto de los acusados.

El caso aún está por resolverse en los tribunales, pero ‘En el punto de mira’ no podía acabar el reportaje sin cumplir con la palabra que le dieron a Isabel, amiga de la pareja, que llevaba 20 años sin ver a María Emilia. Boro le llevaba a la residencia y tras una hora de encuentro, nos contaba emocionada: “eran gente libre que no querían supeditarse a nadie y que se encuentren así al final de su vida… Me ha dicho que creía que nadie se acordaba de ella, me besaba y abrazaba diciéndome que lo ha perdido todo”.