Víctima del cura pederasta de la Parroquia de San Julián: “Trataron de callarme con dinero”

cuatro.com 15/02/2019 00:56

Francisco Javier fue víctima de los abusos sexuales por parte de sacerdote que se produjeron en el seminario de Baeza. Aunque prefiere no da la cara, nos ha contado la pesadilla que vivió allí: "Ese seminario significa un horror para mí por todo lo que viví allí, un auténtico infierno. Mis padres decidieron ingresarnos allí porque pensaban que la educación iba a ser mejor e íbamos a aprovechar mejor el tiempo. La primera noticia que tuve de que allí había abusos fue porque un compañero y mi hermano me lo contaron. Unos días después... empezó conmigo y fue muy duro. Me desperté porque este señor me estaba tocando. Todas las noches fueron horribles, pero esa noche... solo podía pensar en que eso se acabase. No era consciente del tiempo, al hacía lo que quería y el tiempo que quería. Luego le tocaba a mi hermano, que estaba a mi lado en la cama y yo sabía lo que le estaba pasando. Me ha afectado a la hora de relacionarme con la gente, en la desconfianza y en la vida sexual, que es un poco catastrófico. Todos sabían lo que pasaba allí", nos ha contado.

Francisco Javier sufrió abusos sexuales entre los años 88 y 89. Denunció los abusos 25 años después y el delito estaba prescrito, por lo que no fueron juzgados por la justicia ordinaria y sí por el Tribunal Eclesiástico. Este órgano está controlado por la iglesia , tiene su código de derecho y sus jueces propios. No pueden emitir penas de cárcel y como mucho condenan al sacerdote a un retiro en un monasterio.

Emiliano Álvarez fue una de las víctima de los abusos sexuales por parte de sacerdote que se produjeron en el seminario de Baeza y ha querido contarnos el infierno que vivió allí y las consecuencias que han tenido en él: "Entré con mi hermano y el primer año fue duro porque te separas de tu familia y te vas a un sitio desconocido. Desde el principio veía miedo en las habitaciones, pero era un niño y no entendía a qué se debía todo eso. Al final de 6º o de 7º nos dimos cuenta de los curas no solo entraban en nuestras habitaciones para ver si dormíamos, sino que muchas veces se paraban en la cama de algún niño. Cuando me desperté me di cuenta de que tenía las mantas quitadas y el pantalón y el calzoncillo bajados. La cruz han sido mis relaciones con las mujeres, mi relación a nivel personal con la gente... Para mantener relaciones tenía que estar muy puesto o muy borracho porque me aterrorizaba".

Emiliano Álvarez sufrió abusos sexuales entre los años 76 y 79. Denunció los abusos 38 años después y el delito estaba prescrito, por lo que no fueron juzgados por la justicia ordinaria y sí por el Tribunal Eclesiástico. Este órgano está controlado por la iglesia , tiene su código de derecho y sus jueces propios. No pueden emitir penas de cárcel y como mucho condenan al sacerdote a un retiro en un monasterio.

Después de relatarnos el infierno que vivió en el seminario de la Bañeza, Emiliano Álvarez nos ha entregado una carta que 'En el Punto de Mira' ha tratado de entregar sin éxito al sacerdote que abusó de él. En ella, la víctima de este cura pederasta le preguntaba cuatro cosas: ¿Por qué se hizo sacerdote? ¿Eres consciente del daño que has hecho? ¿Realmente te sientes culpable? ¿Qué confiesas?

Un equipo de 'En el Punto de Mira' se ha desplazado hasta un pequeño pueblo de Galicia para hablar con el párroco que abusó de Emiliano. A pesar de que la iglesia ha abierto un proceso canónico contra él, sigue trabajando como párroco en un pequeño pueblo situado en Galicia. Nada más vernos, el cura volvió a meterse en la iglesia y nunca abrió la puerta, por lo que no pudimos entregarle en mano las dudas que le quedaron a Emiliano. Días después de la grabación de este reportaje, el sacerdote fue apartado de esta iglesia como medida preventiva y hasta que el Tribunal eclesiástico emita una condena. Su máxima condena será pasar los próximos años retirado en un monasterio. Nunca entrará en prisión porque para la justicia española, su delito está prescrito.

En Astorga vive el sacerdote que abusó de Francisco Javier y de su hermano. Este sacerdote sí reconoció los abusos y ha sido inhabilitado durante diez año, por lo que no puede oficiar misa. Al no poder hablar con el sacerdote, un equipo de 'En el Punto de Mira' decide intentarlo con el Obispado de Astorga. El obispo encargado de esta investigación es el que habla con este programa: "Un caso está condenado y el otro sigue sin resolver. Es posible que fallasen las personas que estaban allí y el autoritarismo que había en esa época. Mi opinión en este caso está clara: tolerancia cero", ha asegurado. A pesar de estas declaraciones condenatorias, las víctimas aseguran que la cabeza de la diócesis de Astorga conocía los abusos de la Bañeza.

El cura que abusó de Javier Paz en la Parroquia de San Julián, Salamanca, no fue condenado por la justicia ordinaria, ya que el caso había prescrito. Ahora vive retirado en la misma ciudad en la que cometía los delitos. El propio Javier nos ha contado el infierno que vivió durante diez años: "Por la confianza depositada por mi familia en el sacerdote, empecé a sufrir abusos por parte del sacerdote de la Parroquia San Julián. Era amigo de la familia y mi madre se había apoyado en él durante nuestra vuelta a Salamanca tras la muerte de mi padre. Abusó de mí desde los 10 hasta los 20 años. Cuando mi madre se enteró, un día se le encontró y la emprendió a palazos con él. En el año 2011 decidí reunirme con el Obispo de Salamanca para contarle todo lo que había pasado, pero empecé a desconfiar de él porque veía que no se avanzaba y grabé las conversaciones. A cambio de dinero me pidieron que firmara un pacto de silencio. Me llegaron a ofrecer 300.000 euros y una pensión. lo pasé tan mal que incluso estuve al borde del suicidio. En mi opinión, creo que a la iglesia no le importan las víctimas", nos asegurado Javier.

"Yo no he abusado de nadie, no he hecho nada y no quiero hablar de esto. Yo voy a misa porque soy creyente y si usted lo fuese, entendería porque yo guardo silencio. Fui apartado de la iglesia porque hubo una equivocación", ha asegurado el sacerdote condenado por abusar de Javier Paz. Aunque lo niega todo, lo cierto es que la iglesia le juzgó y le condenó.