El último trabajo de Víctor de la Cruz para Ruiz Mateos: “Le dije que era un estafador”

  • Víctor de la Cruz se muestra emocionado al hablar de la última vez que trabajó para Ruiz-Mateos

  • “Le dije que no me volviera a llamar más, que era un estafador de mierda"

  • "Tuve que pedir ayuda psicológica para recuperarme"

Hubo un episodio en la relación entre Víctor de la Cruz y José María Ruiz Mateos que el chófer no olvidará nunca. Cuando las empresas de Nueva Rumasa empezaron a resentirse, los hijos tuvieron la ida de promocionar pagarés con una rentabilidad al 8% para quienes los adquirieran.

Fue entonces cuando empezó a participar mucha gente, que tenía que dar un mínimo de 50.000 euros. Nueva Rumasa recibió así la friolera de 70 millones de euros. Sin embargo, a pesar de los beneficios, las familias que habían puesto dinero no vieron ni un céntimo de ganancias.

En aquella estafa, Víctor de la Cruz jugó un papel muy importante y hasta tuvo que enfrentarse a la justicia por ello, ya que era él quien se desplazaba a las distintas ciudades para recoger el dinero que la gente le daba por la adquisición de los pagarés.

El chófer tuvo declarar ante la Audiencia Nacional y, al final, se pudo demostrar que él solo se dedicaba a conducir, por lo que fue desimputado y lo nombraron testigo del caso: “Me di cuenta de que me habían utilizado”, explica el conductor.

Las familias que habían perdido dinero por aquella estafa empezaron a buscar culpables y, al ser la cara visible y quien había recogido los pagos, Víctor de la Cruz fue uno de los más perseguidos por los afectados: “Salí de Madrid y me escondí en un pueblo de Cádiz”.

“Cuando vi la reacción de los afectados, me di cuenta de que fui un estafado más. No entendíamos que una persona que nos había protegido tanto, nos hubiera dejado en la estacada”, declara el chófer.

El último trabajo de Víctor de la Cruz

En el año 2011, cuenta que recibió una llamada de su jefe para realizar un último trabajo. Ruiz Mateos tenía que ir a la Audiencia Nacional y necesitaba alguien que lo protegiera, así que Víctor de la Cruz tuvo que acompañarlo.

Tras aquel trabajo, el chófer se despidió de él para siempre: “Le dije que no me volviera a llamar más, que era un estafador de mierda (..) Tuve que pedir ayuda psicológica para recuperarme”, explica el protagonista de la serie documental de Cuatro.