El chófer Víctor de la Cruz cuenta los detalles de la que iba a ser la misión más irracional de Ruiz-Mateos: tirarse en paracaídas en la Expo 92

Víctor de la Cruz, el que fue chófer de José María Ruiz-Mateos y mucho más que eso, su mano derecha y la persona que le ayudaba con todas las misiones que el empresario fue pensando y ejecutando durante todo este tiempo.

Víctor relata una de las ideas más surrealistas que surgieron alrededor de la figura de Ruiz-Mateos: “Se le ocurrió que la mejor idea podía ser, que como se iba a celebrar la inauguración de la Expo del 92 en Sevilla, la idea clara era que un helicóptero llegara al espacio aéreo y desde ahí nos tiráramos en paracaídas, él y yo con la bandera de Rumasa”.

“El jefe decía que era muy buena idea, yo pedía por favor que no le dijeran esas cosas”, relata el chófer cuando piensa en los momentos en los que se pensó que este objetivo fuera para adelante: "El día del evento, un acontecimiento muy importante en España, decidí que si no se tiraba él lo mejor es que no hiciéramos, él me dijo que fuera yo el primero para ver cómo reaccionaban y yo le dije que no”.

Pero, tras tener un sí sobre la mesa, decidieron que esto no siguiera adelante: “Afortunadamente alguien dijo que el espacio aéreo estaba completamente prohibido y todo quedo en una mera anécdota en una sobremesa en una cena”.