Los comienzos de Víctor de la Cruz a ser el chófer de José María Ruiz-Mateos: relata cuál fue su primera misión

Víctor de la Cruz, chófer de Ruiz-Mateos, ha hablado y uno de los puntos que ha abordado en sus declaraciones ha sido cómo llegó a trabajar para el banquero y cómo se forjó su primera misión para él.

La entrevista en la que Víctor de la Cruz se convirtió en chófer de Ruiz-Mateos

“Hace más de treinta años mi padre me anunció que un amigo suyo empresario necesitaba una persona de confianza y me dijo que me pusiera guapo para ir a una entrevista de trabajo. No me imaginaba quién era y cuando vi que era José María Ruiz Mateos me quedé estupefacto· Era un gran orgullo trabajar a las ordenes de un empresario como este. En esta entrevista me explicó que esto iba a ser una oportunidad que te ofrece la vida. Me pregunta si soy valiente y si era capaz de hacerlo, le dije que sí, pero con total incertidumbre”, relata su entrevista y sus primeros momentos.

La primera misión que le mandó el empresario

La primera misión fue fotografiar a la mujer de Vals Taberner: “Me comenta que hay un vicepresidente de un banco, su mujer tiene un idilio extramatrimonial con un empresario famoso y quería saber quién era el empresario, pero fundamentalmente tenía que confirmar la información. Los hermanos Vals Taberner eran los copresidentes del banco popular, Luis y Javier, ligado al Opus Dei, nuevos e íntimos enemigos de Ruiz Mateos.

“Salí del hotel, él me puso todos los medios necesarios y me puse manos a la obra. Después de días siguiendo los pasos de esta mujer me doy cuenta de que hay un día que supuse que iba a ser un día de encuentro extramatrimonial. Yo iba acompañado por una persona, el hijo de un compañero de prisión, aparte de delincuente era aficionado a la fotografía”, relata.

Así consiguió las fotografías

Y así finalizó su primera misión: “Después de la pastelería, vimos que entraba en la calle padre Damián y se metía en un portal, no se me ocurrió en otra cosa que desinflarle una rueda del coche de la señora. Llamaría pro el telefonillo y baja un señor, ese era la persona que estábamos buscando, aprovechamos para hacer las fotos. Se llenó de euforia, me abrazó y me dijo: Eres grande, te doy lo que quieras, te doy todo”. Jamás esas fotos vieron la luz, quise entender que el vicepresidente del banco tuvo que asumir su cornamenta, se encargó que todas las líneas de crédito con este banco se suspendían”.