El propio Gobierno de Canadá ha animado a enterrar la ropa interior, eso sí, cien por ciento de algodón y sin tintes, en la tierra. El objetivo es comprobar el estado de salud de la misma.
Así, si al cabo de dos meses, al desenterrar las prendas no queda más que la goma de sujección de los calzoncillos o bragas, ello significará que la tierra goza de buena salud, al contener gusanos y otros organismos responsables de la descomposición de la materia y enriquecimiento del suelo.
Si, por el contrario, al cabo del tiempo las prendas siguen conservando la tela, ello querrá decir el suelo está sobre explotado y que hay que cuidarlo y dejarlo descansar.
Según la publicación Atlas Obscura, la iniciativa forma parte de una campaña estatal denominada 'Soil your Undies' con la que concienciar sobre la necesidad de un suelo rico y vivo.