Alexander Maxen de Göteborg (Suecia), estaba practicando esquí acuático cuando se le cayó su 'smartphone' al mar. En uno de sus intentos por querer recuperarlo, se le ocurrió la idea de llamar a su propio terminal con la esperanza de que hubiera sobrevivido a tal infortunio.
Efectivamente se sorprendió cuando este dio señal y en ese mismo momento, cuando se habían cumplido ya seis semanas desde que el teléfono se hallara en el fondo del mar, un amigo buceador de la zona rescató el teléfono de las profundidades (10 metros) y entregó el móvil a su dueño.
El Xperia Z2 había sufrido algún daño externo y además la batería se había descargado por completo. Pero para su sorpresa, el indicador LED se iluminó cuando Maxen enchufó su móvil a la red para cargarlo.
Alexander Maxen ha querido dar muestra de lo que es capaz el Sony Xperia Z2 en condiciones extremas y a través de Xperiablog, ha publicado algunas fotografías del estado físico del teléfono que funciona correctamente.
Tanto es así, que Maxen no ha querido molestarse en reparar la pantalla trasera corroída por la sal, y ha decidido mantenerlo en su maltrecho estado como recuerdo del viaje, y sin duda, del milagro ocurrido.