Max Payne 3 ya está en las tiendas. Como había prometido, este 18 de mayo Rockstar ha puesto a la venta la nueva entrega de Max Payne. Se trata de un título muy esperado que llega con importantes novedades, como el modo multijugador, pero con la esencia de siempre. Una trama compleja, acción sin límites y una narración y estética cinematográfica son algunas de los características de la carta de presentación de Max Payne 3.
Para los videojugadores más clásicos la mención de Max Payne evocará una de las sagas más míticas de los últimos años. La primera entrega del juego llegó en 2001 y se ganó rápidamente el reconocimiento de usuarios y expertos. El uso del lenguaje de cómic para la narración de las secuencias, la oscura historia de Max Payne y la jugabilidad con elementos como el 'bullet time' fueron claves para este éxito.
La segunda entrega llegó en 2003 y desde entonces no ha habido continuación. Durante estos años, Max Payne ha pasado de Remedy Entertaiment, franquicia que creó la saga, a Rockstar, quien ha decidido lanzar una nueva entrega desarrollada con todo su potencial.
Rockstar ha trabajado para presentar un juego a la altura de sus antecesores, capaz de contar con importantes novedades sin salirse de la filosofía propia de la saga. El resultado ya está en las tiendas desde este 18 de mayo y los usuarios pueden comprobar de primera mano el resultado.
Max Payne 3 destaca por múltiples aspectos, como son el cambio de ubicación de la historia, el cambio físico del personaje, las mejoras en la jugabilidad y la forma de narrar la historia y sobre todo por la aparición de un modo multijugador. Rockstar de que todas estas novedades se desarrollen sin desentonar en absoluto de los títulos originales.
Entre Nueva York y Sao Paolo
Uno de los cambios más llamativos de Max Payne 3 es que la historia deja de desarrollarse de forma exclusiva en Nueva York y se traslada, en parte a Sao Paolo. En concreto, la trama se sitúa 8 años después de la última entrega, y presenta a un Max Payne que mantiene sus propios diablos internos. El personaje termina marchándose a Brasil, donde pasa a formar parte de una compañía de seguridad privada.
Nueva York sigue siendo una parte fundamental del universo Max Payne y los usuarios verán que en esta tercera entrega se retoman historias del pasado que se desarrollan en la ciudad estadounidense. Sin embargo, es en Brasil donde el grueso del juego se desarrolla. Max Payne se encargará de la seguridad del empresario Rodrigo Branco y su familia, a los que tratará de proteger en una ciudad peligrosa.
El cambio de ciudad no se ha producido de manera fortuita. Rockstar ha buscado una ciudad de grandes contrastes, que coincide con el fondo del protagonista, que en su interior mantiene una lucha interna constante. En este sentido, los usuarios podrán ver y entender la transformación de Max Payne, que no consigue dejar atrás el pasado y vive obsesionado.
La transformación se podrá seguir por el hilo argumental del juego e incluso por la estética del protagonista. El cambio de ambiente, y la evolución del personaje, promueven una imagen totalmente distinta de Max, que abandona su clásica ropa oscura y decide raparse la cabeza. Este cambio de estética coincide con un cambio del entorno.
La atmósfera fría y oscura de Nueva York da paso a la bochornosa y violenta Sao Paolo. Rockstar, fiel a su estilo, ha trabajado para ofrecer una ambientación lo más fiel posible, que presenta la gran polaridad de Sao Paolo y que muestra a los diferentes grupos armados identificados en la ciudad.
Todos estos cambios dan un toque nuevo al juego, pero mantienen las bases de la saga Max Payne. La atmósfera de tensión, el interior del protagonista y su relación con el entorno siguen siendo elementos claves presentes en esta tercera entrega.