Son ya, por tanto, poco más de la mitad de los dispositivos de Apple los que funcionan con iOS 8, una cifra que sigue en aumento, si bien el ritmo de adopción se ha ralentizado en comparación con las primeras semanas tras su lanzamiento, según han compartido en la página de soporte para desarrolladores.
La última estadística publicada por Apple el pasado 27 de octubre mostraba una tasa de adopción de iOS 8 del 52 por ciento. Dos semanas después, esa cifra se sitúa en el 56 por ciento, aunque todavía hay un 40 por ciento que se resiste a abandonar iOS 7.
El pasado 4 de noviembre, Apple lanzó la beta de iOS 8.1.1, orientada a la solución de problemas de estabilidad y rendimiento, que los usuarios han apreciado desde que se lanzara iOS 8 el 17 de septiembre.
Aunque no ha introducido ninguna novedad, y pese a estar todavía en pruebas, iOS 8.1.1 mejora el funcionamiento de los dispositivos más antiguos compatibles con el nuevo sistema operativo.
Precisamente, los fallos reportados inicialmente con el sistema Touch ID y la conectividad inalámbrica y la rápida descarga de la batería, así como con el sistema de HealthKit -que motivaron la retirada de las aplicaciones compatibles-, hicieron recelar a muchos usuarios de dispositivos Apple que han tardado en actualizar a iOS 8.