Este satélite de observación terrestre es propiedad de la empresa DigitalGlobe de la cual Google y Bing son clientes y, de esta forma, hacen ya uso de los mapas del satélite WorldView-2.
El nuevo satélite será lanzado en los próximos días para orbitar a una altura de 616 kilómetros sobre el suelo terrestre y será capaz de ampliar la resolución actual de 10 y 5 metros hasta los 50 centímetros, por lo que se podrá ver el mundo con todo lujo de detalles.
Este gran avance en la resolución de las cámaras del satélite choca con la privacidad de los viandantes que saldrán reflejados en las imágenes captadas por el WorldView-3.
Para ello, DigitalGlobe ya ha explicado que, al menos durante seis meses, las imágenes no se venderán a ninguna empresa y sólo tendrán acceso a ellas la propia compañía propietaria del satélite y las agencias de inteligencia gubernamentales, que las utilizarán sólo con fines de identificación.