Los vecinos de esta localidad madrileña están hartos ya de la invasión de mosquitos que sufren por esta época del año. Salen sobre “las 20:00-21:00 todos los días” y tienen claro el culpable de esta situación: el río Tajo. Su bajo caudal y el incremento de las temperaturas son situaciones proclives para que los mosquitos aniden e inunden el pueblo con su presencia. Como solución, los afectados proponen que “se dejen de llevar el agua” del río, para que así su caudal no disminuya e impedir a los mosquitos anidar ahí.
‘Cuatro al día’ ha podido hablar con la dueña de uno de los locales perjudicados por esta invasión y denuncia lo crítico de su situación. Alega que “no se puede fumigar” y que las mosquiteras “tampoco hacen efecto” ya que aun así consiguen entrar en el restaurante. Tan drástica es la situación que un día tuvo que cerrar su local debido a que la comida de los clientes estaba infestada de mosquitos.