El método radial de esta joven para superar la tricotilomanía

Noticias Cuatro 24/04/2018 14:58

Jeannete Holian, de 31 años, empezó a arrancarse el pelo a los 12 años, cuando sus padres estaban en trámites de divorcio. Eso le causaba estrés y ansiedad y el trastorno, conocido como tricotilomanía, empeoró poco a poco.

La joven empezó a arrancarse el cabello cuando sentía ansiedad ya que hacerlo le producía alivio. Poco a poco, las calvas de su cabeza eran cada vez más notorias y ella hacía todo lo posible para ocultarlo: se ponía laca y se peinaba de determinada manera para que sus familiares y amigos no se dieran cuenta de su situación.

“Mis padres se estaban divorciando y esto me causaba estrés severo y ansiedad. Empecé a tener problemas en el colegio. Sucedían muchas cosas”, explica en declaraciones recogidas por Daily Mail.

“Es una condición difícil de explicar. Tu cuerpo crea impulsos, casi como eléctricos. Sientes que tu corazón se acelera y sientes que nada lo aliviará más que arrancarte el pelo. También me mordía las puntas del pelo. Cuando empiezas, no puedes parar. Lo haces incluso en trance, sin pensar. Te hace sentir vivo. Sentía que nunca viviría una vida normal. Cuando hacía viajes con mis amigos, estaba pendiente de que ellos no notaran mis calvas. Tenía miedo de montar en montañas rusas o de que soplara el viento y me despeinara y todo se descubriera”, explica.

No obstante en 2009 conoció al que sería su marido, Steve, y decidió contarle lo que le ocurría antes de que lo descubriera por él mismo. Él la comprendió y la ha estado ayudando y apoyando desde entonces.

“Me libré del estrés empezando a meditar. Lo conté en las redes sociales. Fue como mirar al monstruo a la cara, enfrentarlo y decirle que no le tienes miedo. Empecé a utilizar pelucas”, relata la joven

Una vez que afrontó su trastorno, Jeannette tomó la decisión de raparse la cabeza y empezar de nuevo. Y lo consiguió. “Me sentí liberada, fuerte. Vi mi progreso, sentí que mi pelo volvía a crecer, sería de un nuevo yo, no del viejo. Ahora siento el viento en mi pelo, puedo mojarme con la lluvia y no necesito ni laca ni pelucas”, explica.

La joven ha compartido su progreso en su Instagram, en la que apoya a sus seguidores en situaciones similares.