La joven acudió al centro médico porque tenía problemas a la hora de orinar. Así le diagnosticaron unos cálculos renales que debían ser operados. En la intervención decidieron ponerle un catéter, pero al parecer el quirófano no tenía las condiciones sanitarias adecuadas y la intervención se complicó. Tras la operación, Shirley comenzó a tener fiebre alta y se le tuvo que inducir el coma.
Durante la operación la joven peruana había cogido una bacteria llamada pseudoma aerugiona. Esta estaba afectando a sus extremidades, motivo por el que le tuvieron que ser amputadas. Un mes después fue dada de alta, según recoge el medio ‘Perú 21’.
Ahora la joven denuncia al centro por negligencia médica y exige que se emita un comunicado en el que se garantiza de que se van a hacer cargo de las consecuencias que la operación ha tenido en su vida. Asimismo, espera que le den unas prótesis de última generación.