La difusión de vídeos sexuales íntimos es un problema mas extendido de lo que pensamos. No solo está presente entre adolescentes, sino también entre adultos como se ha visto en el caso de Verónica, la empleada de Iveco. Los expertos, aseguran que tenemos que aprender a relacionarnos a través de la tecnología para protegernos de delitos relacionados con el 'sexting' que pueden arruinarnos la vida.
Las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea han cambiado la forma de relacionarnos, también en lo referente al sexo. Para muchas parejas utilizar la tecnología puede llegar a ser un juego dentro de sus relaciones íntimas a través de la 'webcam', enviando fotos o vídeos de contenido sexual.
Expertos como la sexóloga Diana Fernández Saro aseguran que "la práctica de estos encuentros íntimos va al alza y no va para atrás". También comenta que no es cuestión de que no podamos vivir nuestra sexualidad de manera libre, con o sin tecnología, sobre todo la mujer, a la que en muchos entornos todavía se le castiga por disfrutar sin complejos.
Sin embargo, cuando este entorno de confianza se rompe, ese material puede ser un arma arrojadiza para chantajear o humillar a la otra persona, algo que se conoce como 'pornovenganza'.
Actualmente, la Policía investiga si Verónica, la trabajadora de Iveco que se suicidó tras hacerse viral entre sus compañeros un vídeo íntimo suyo. Esta venganza por parte de su exnovio demostró que este no es sólo un problema de adolescentes, ya que Verónica tenía 32 años.
Fernández Saro asegura que, hasta que aprendamos a hacer un uso adecuado de estas nuevas herramientas en torno al sexo y prevalezca la empatía, se pueden tomar ciertas precauciones. En caso de ser víctima de 'sexting' los expertos recomiendan denunciar siempre y pedir ayuda a la familia y profesionales. De esta manera, podemos conseguir que ningún clic delictivo quede impune y se convierta en la peor de nuestras pesadillas.