Un gato callejero sufrió un ataque la pasada semana en la que un vecino de la localidad mallorquina de Bunyola casi acaba con su vida. El dueño roció con salfumán al animal cuando estaba sentado en la en la escalera de acceso a la terraza de su casa.
El animal que forma parte de una colonia establecida desde hace veinte años en esta localidad, empezó a convulsionar y se intentó limpiar el líquido con la boca.
Una voluntaria de la protectora Moixons y Moixonies sintió el olor y se percató de lo ocurrido. Cogió al gato y lo llevó al veterinario, ya estaba echando espuma por la boca, con el cuerpo totalmente irritado y quemado.
El animal, llamado Joan, tuvo que ser sedado para que se tranquilizara y lo pudieran lavar y medicarlo. La Policía Local se trasladó hasta la casa donde el animal había sido agredido pero el individuo negó todo. No obstante, la protectora asegura que el hombre no es la primera vez que ataca a los animales de la colonia, informa el medio El Caso.
Joan todavía se está recuperando de sus heridas, según ha explicado la asociación todavía está sedado para aliviar el dolor que tiene, sobre todo, en la garganta a raíz del salfumán que tragó.