Silvia, maltratada por su expareja a punto de salir de prisión, pide la compañía de su perro de defensa para salvar su vida

  • Solicita que se considere un animal asistente para tenerlo en lugares públicos

  • "Va a venir a por mí. Me da miedo no saber cómo me va a matar"

  • El hombre siguió amenazándola incluso desde la cárcel

Muchos vecinos se han solidarizado con Silvia González, una vecina de Pamplona, víctima de violencia de género, que sufrió maltrato físico y psicológico a manos de su expareja durante veinte años. El hombre está a punto de salir de prisión, desde donde le siguió mandando amenazas y acosándola. La única esperanza de Silvia es su perro, Sugi, especialmente adiestrado para protegerla, al que la ley impide sacar a la calle por no considerarlo como un perro guía. "Va a venir a por mí y lo sé. Ya dijo desde un principio que si no era para él, no era para nadie".

"Durante dieciochos años me violó, me pegó, me quemó, me maltrató psicológicamente... A mi hijo pequeño lo llegó a enterrar vivo", relata. Silvia vive aterrada y por eso quiere que su perro pueda permanecer junto a ella todo el tiempo, también en los lugares públicos, pero de momento no se lo permiten.

En España, solo en Madrid, Murcia y Aragón reconocen a estos animales como asistentes, por eso Silvia, después de que su expareja haya burlado en numerosas ocasiones las medidas impuestas por la justicia para acercarse a ella, pide lo mismo, que le dejen llevar la única protección en la que realmente confía. "No quiero morir y lo que más miedo me das es no saber cómo me va a matar"