Pablo Iglesias e Iñigo Errejón: de asaltar juntos la política nacional a convertirse en rivales directos
Juntos formaron Podemos y recibieron el espaldarazo en las europeas
Se enfrentaron en la Segunda Asamblea Ciudadana por el liderazgo de Podemos
Igesias y Errejón. Errejón e Iglesias, ambos recogieron la corriente de indignación del 15-M y le dieron forma en enero de 2014 bajo el nombre de Podemos. Nueva política a fuerza de sonrisas y juventud que cuatro meses después recibió el espaldarazo del electorado en las europeas. Algunos ya marcan aquella fecha como el inicio de las discrepancias entre ambos líderes.
Para unos, por la entrada en el núcleo duro de gente como Montero y Mayoral; para otros, por el manejo a su antojo del partido en Madrid por parte de Errejón. El pulso se mantuvo y se hizo bien visible en ocasiones, pero nunca como ante Vistalegre II. Uno y otro se enfrentaron a pecho descubierto ante la segunda Asamblea Ciudadana del partido por el liderazgo de la formación.
Ganó Iglesias y Errejón perdió su condición de número dos y su influencia en los órganos de dirección de Podemos. También fue relevado como portavoz en el Congreso. Elocuente su paso de la primera a la segunda fila en la bancada del partido en el hemiciclo. La patada final de la esfera política nacional la recibió al ser propuesto como candidato de la formación morada a la Comunidad de Madrid. Paradójico que fuera ese destierro el que Errejón aprovechara para reimpulsar su carrera política.
Se acabó presentando a la Comunidad de Madrid, sí, pero bajo otras siglas, las de Más Madrid, y de la mano de Manuela Carmena, autoexiliada de Podemos parar tratar de seguir en el ayuntamiento. Hoy pasarán finalmente de ser amigos y compañeros a, si se confirma la candidatura a las generales de Errejón, rivales en las urnas.
