Condenado a pena capital por torturar hasta la muerte al hijo de ocho años de su pareja

Noticias Cuatro 09/06/2018 15:04

Los fiscales de Los Ángeles han expuesto que Gabriel fue víctima de abuso durante ocho meses por parte de su madre, Pearl Fernández, de 34 años y el novio de ésta, Isauro Aguirre, de 37, porque éste último creía que el pequeño era homosexual.

“Conspiraban juntos para engañar a todos con el fin de torturarlo. Aguirre solía pegar a Gabriel porque creía que era homosexual, el niño dormía atado y amordazado dentro de un armario muy pequeño y le privaban de alimentos”, han declarado los fiscales.

El hermano del niño ha informado a las autoridades de que Fernández y Aguirre obligaban a Gabriel a comer heces de gatos, lo solían golpear con armas, un palo, un bate, una hebilla de cinturón y un colgador de metal.

En mayo de 2013, Fernández estaba muy enfadada porque Gabriel no había recogido sus juguetes, por lo que ella y su novio empezaron a golpearlo hasta que le mataron.

Cuando la Policía se personó en el domicilio familiar, encontraron el cuerpo sin vida del pequeño desnudo, con el cráneo y las costillas rotas, quemaduras de alta gravedad y balas incrustadas en sus ingles. Fue declarado muerto cerebral y se le desconectó del soporte vital a los dos días.

“Ahí todo se detuvo. Simplemente se calló” ha declarado su hermano. Su madre se ha disculpado por lo ocurrido, diciendo que “Ojalá Gabriel estuviera vivo” y el fiscal ha expuesto que “Fue como si cada pulgada de este niño hubiera sido maltratada”.

“Este caso ha demostrado cómo el mal no solo puede infligir un daño duradero a aquellos que amaron a Gabriel, sino también a nuestra sociedad. La horrible naturaleza del abuso y asesinato de Gabriel se ha grabado en nuestras mentes y los acusados ahora pasarán el resto de sus vidas en prisión por sus reprobables acciones”, ha declarado Jackie Lacey, la fiscal.

“Espero que piensen sobre el dolor que causaron a este niño a través de la tortura. La violencia que sufrió Gabriel fue horrenda, inhumana y llena de maldad”, ha aseverado el juez, George G. Lomeli en declaraciones recogidas por People.

Un agente de seguridad de la cárcel ha asegurado que Fernández ha cambiado mucho desde su ingreso en prisión, ya que reza, lee la Biblia y se acuerda mucho de Gabriel. Por su parte, el abogado de Aguirre expone que “ejecutarle por el asesinato es extremadamente desproporcionado” y que es probable que tenga una discapacidad de aprendizaje.

El abogado de Fernández ha declarado que ésta tiene un coeficiente intelectual bajo, que es discapacitada intelectualmente y que es “virtualmente incapaz de utilizar el pensamiento para guiar su comportamiento y sus reacciones”.

Durante la audiencia del jueves, los acusados se enfrentaron a los parientes de Gabriel y a su profesora, que había denunciado que el pequeño había sido agredido. “Gabriel era un estudiante amable, Aguirre y Fernández son malvados”, declaró la maestra.

“Gabriel te amaba. El mundo se enamoró de Gabriel, ¿por qué tú no pudiste?”, preguntó su primo mirando directamente a Fernández.