‘Soy ordinaria’, el corto que plantea si hay violaciones dentro de la pareja

Noticias Cuatro 14/03/2017 18:19

Soy ordinaria from Chloé Fontaine on Vimeo.

"Si no les ofende es que son uno de los dos". Con esas palabras describe el corto Chloé Fontaine, quien ha producido y dirigido esta obra que cuenta ya con más de 240.000 reproducciones en su versión subtitulada al español y roza los 800.000 en su versión original, en francés.

El vídeo comienza con una pareja tumbada en la cama mientras el hombre le propone a su chica ver una película: 'Irreversible', un filme francés dirigido por Gaspar Noé, que no es escogido al azar en el diálogo y que causó una gran polémica por lo explícito de algunas de sus escenas, entre ellas, la violación de la protagonista, interpretada por Monica Bellucci. "Ay no, esa no. ¿Qué quieres, vomitar?", le responde la joven, –interpretada por la propia Fontaine–, rechazando ver esa película. "¿Vomitar, Mónica Bellucci? Eres difícil de satisfacer", responde el hombre, quien prosigue: "Que no, es broma, ya te taparás los ojos". Tras aproximarse a ella sonriendo, ésta afirma: "Además, ya la he visto". Tras ello, éste, comienza a agasajarla y después de decirle lo guapa que es se acerca a su cuello para empezar a besuquearla. "No me apetece", dice ella. Pero él insiste. "Qué pesado, te he dicho que no me apetece", vuelve a decir la joven. Pero, pese a todo, la escena continúa y tras un "¿es que ya no me quieres?" acaban manteniendo sexo. "Entonces, ¿Irreversible?", finaliza el hombre tras consumar el acto, con la protagonista, con rostro serio y la mirada perdida, sin pronunciar palabra.

El resto es el juicio de las redes sociales, donde se ha viralizado el corto y ha puesto sobre la mesa un gran debate al respecto. Mientras unos defienden que es una forma de violación en pareja, otros denuncian la actitud de ambos o ponen de relieve que la situación se produce tanto desde un lado como desde el otro, es decir, también si los papeles se intercambiasen y fuera la mujer la que mantuviese la actitud del hombre. Sea como sea, la polémica está servida, y como la propia Fontaine escribe, son muchos y muchas los que, de un modo u otro, se han visto ofendidos.