Una bola de fuego sobrevuela la península Ibérica a 61.000 kilómetros por hora

  • El fenómeno fue grabado por los detectores de varios puntos del país

  • La estela de fuego se divisó durante más de medio minuto

  • Se investiga el fenómeno, todo apunta a que no era basura espacial

Un espectacular bola de fuego sobrevoló anoche la península Ibérica, cuando una roca procedente de un asteroide entró en la atmósfera terrestre a 61.000 kilómetros por hora. Numerosas personas quedaron sorprendidas al mirar hacia el cielo de Madrid y otros puntos del país.

La estela de fuego se divisó durante más de medio minuto. De momento se sigue estudiando el fenómeno, aunque todo apunta a que no era basura espacial, sino que tenía origen natural y que tenía un tamaño más grande a otros que estamos acostumbrados a ver.

El fenómeno fue grabado por los detectores que la Red de Bólidos y Meteoros del Suroeste de Europa opera en el Complejo Astronómico de La Hita (Toledo) y en los observatorios de Calar Alto (Almería), La Sagra (Granada), Sevilla y Madrid (Universidad Complutense), que trabajan en el marco del Proyecto SMART.

El evento fue un bólido rozador

Dicho proyecto, que se coordina desde el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) monitoriza continuamente el cielo para registrar y estudiar el impacto contra la atmósfera terrestre de rocas procedentes de distintos objetos del Sistema Solar.

El investigador responsable del Proyecto SMART, el astrofísico José María Madiedo del IAA-CSIC, ha analizado el fenómeno para determinar que el evento fue un bólido rozador. Se trata de una bola de fuego que se genera cuando una roca entra en la atmósfera de forma casi tangencial, siguiendo una trayectoria casi paralela al suelo.

En ocasiones, las rocas que dan lugar a bólidos rozadores no se destruyen completamente en la atmósfera, sino que vuelven a salir de ella y continúan su camino en el espacio siguiendo una órbita ligeramente modificada respecto a la que llevaban antes de entrar en dicha atmósfera, y los cálculos realizados indican que esto fue lo que sucedió en este caso.

Se extinguió cuando se encontraba a una altitud de unos 87 kilómetros sobre el mar Mediterráneo

El brusco rozamiento con la atmósfera a esta enorme velocidad hizo que la roca se volviese incandescente, lo que generó una bola de fuego que se inició a una altitud de unos 85 kilómetros sobre la provincia de Lugo.

Desde allí avanzó en dirección sureste, cruzando el país en una trayectoria ligeramente descendente, prácticamente paralela al suelo y fue perdiendo altitud lentamente hasta llegar al suroeste de la Comunidad de Madrid, momento en el que empezó a ganar altura progresivamente mientras seguía avanzando hacia el suroeste de la Península Ibérica.

La bola de fuego se extinguió cuando se encontraba a una altitud de unos 87 kilómetros sobre el mar Mediterráneo, frente a la costa de Almería, donde abandonó la atmósfera terrestre siguiendo una órbita ligeramente diferente a la que inicialmente seguía cuando se cruzó con nuestro planeta.