Con 12 años, Carlos intenta superar el horror del accidente del Alvia
Raquel Duva, @raquelduva
24/07/201816:30 h.Carlos Castro Medina tenía 7 años el 24 de julio del 2013. Montó en el Alvia con sus padres y su hermana de apenas mes y medio en Madrid aquella tarde, después de visitar el parque de atracciones Warner. En sus brazos llevaba un peluche de un dinosaurio amarillo que habían ganado en un premio. Regresaban a su casa en Ferrol (A Coruña) cuando poco antes de llegar a Santiago el tren descarriló en la curva de Angrois. Justo en el vagón en el que viajaba la familia, que milagrosamente sobrevivió. Carlos tuvo que sacar a su hermana Teresa en brazos del vagón porque su madre estaba herida y su padre debía ayudarla. En medio de la tragedia, el niño sólo pensaba en recuperar su peluche. Una historia que conmocionó al mundo.
Han pasado cinco años pero Carlos y su madre siguen teniendo secuelas. Aunque ahora viven en Madrid y continúan en tratamiento psiquiátrico para olvidar aquel horror, al pequeño le han diagnosticado un trastorno de Déficit de Atención y siguen luchando contra sus miedos. Todavía hoy recuerdan a los fallecidos, cómo pasaron por encima de ellos y se niegan a ver las imágenes del accidente.