La ex tenista Arantxa Sánchez Vicario ha declarado la guerra a su familia. Tras todo el revuelo formado por la publicación de sus memorias y la reacción de sus padres ante las graves acusaciones, la ex tenista ha anunciado que contestará para todos los medios el próximo 14 de febrero.
La tensión se palpa en el ambiente cuando se habla sobre la disputa familiar entre Arantxa Sánchez Vicario y sus parientes. La vida de la ex tenista está en el ojo del huracán y ha decidido defender su verdad ante los medios el próximo martes en la Casa del Libro de Barcelona.
Ante la imposibilidad de contestar a las cuestiones de los medios, Arantxa se ha sentido obligada a convocar una rueda de prensa para responder todas las dudas que han podido surgir. Pero hasta ese día serán los abogados de ambas partes quienes den la cara en este capítulo tan amargo para la familia.
La pesadilla de Arantxa Sánchez Vicario comenzó el día que anunció que se casaba con Josep Santacana. Su familia no aceptó su matrimonio y, desde entonces, la relación con los suyos se rompió. Se rumorea que la familia de Arantxa sacó a la luz negocios turbios que podían ensuciar la imagen de Santacana a fín de impedir el enlace.
Josep ha sido desde entonces el único apoyo para la extenista y él no ha dudado en responder por su esposa ante los medios. Él ha aclarado que su esposa no miente y que tiene todas las pruebas para demostrarlo.
Arantxa no quiere saber nada de sus padres salvo que sea por vía judicial. Además reclama los cuarenta y cinco millones de euros que generó durante su carrera como tenista porque asegura que no puede hacer frente a todas sus deudas.
Memorias polémicas
En su memorias, la ex tenista habla alto y claro de sus padres. Tal y como ella relata: "Llegó la hora de quitarse las máscaras y demostrar que el mito de la familia Sánchez Vicario unida y feliz era solo eso, un mito".
"Mis padres me han dejado sin nada". Así de rotunda denunciaba Arantxa la mala gestión que sus progenitores han estado haciendo del patrimonio que generó durante su carrera profesional. Nada menos que 17 años sobre las pistas que le hicieron ganar 45 millones de euros.
La ex tenista acusa a su familia de haber ejercido un excesivo control sobre ella que llegó a anularla. "Llegué a dudar de mi valía e incluso busqué la ayuda de psicólogos para recuperar mi autoestima".
Arantxa asegura que ella fue una niña sin infancia. "La disciplina y la victoria pasaban por delante de cualquier consideración, cuando tal vez lo que yo hubiera precisado era unas palabras de cariño", recoge el libro.
Desde la salida a la luz de estas memorias, la deportista no ha querido matizar sus duras declaraciones, según recoge Lecturas, porque está aguardando el momento adecuado para hablar.
A sus padres acusa no sólo de haber gestionado mal su patrimonio y de haber "vigilado hasta el más mínimo movimiento" sino también de haberse entrometido en sus relaciones.
"Ellos consideraban que yo no era digna de enamorar a nadie", cuenta Arantxa. Según la ex tenista sus progenitores incluso llegaron a intentar que rompiese su relación con su actual pareja, Pep Santacana, en un maniobra que tilda de "ruin, de gente de mala calaña".
Pero si estas memorias han causado una gran conmoción, la reacción de sus padres no ha hecho sino avivar la crudeza de este enfrentamiento. Tanto Lecturas como Semana recogen la carta emitida por la madre Arantxa, en la que, lejos de aceptar las duras críticas vertidas por su hija, contrataca asegurando: "Hemos vivido 20 años por y para ella, lo dejamos todo... Está claro que fracasamos".