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Verano is coming. No es una broma sino una realidad. Y lo hace con fuerza, con una ola de calor que está convirtiendo Francia en un horno y España en un país donde hacer running se ha convertido ya en todo un riesgo vital. Salir de la calle cuesta como reflejan los termómetros de varias capitales de provincia que podrían superar estos días su récord histórico de temperatura máxima, según los datos de la Aemet.
Porque la ola de calor ha llegado para quedarse al menos durante toda una semana. El centro peninsular, Huesca, León o Zamora marcarán los valores más altos que se recuerdan en un mes de junio. En otras ciudades, principalmente del norte y del sur peninsular no se superará el umbral histórico, en un caso porque la ola no será demasiado intensa, y en otros porque ha habido momentos de mucho más calor.
'Bloqueo Rex' se ha convertido en el origen de estas temperaturas, en algunos casos extremas. Por un lado, tenemos una zona de altas presiones que se encuentra sobre Francia, que se prolonga hasta el Atlántico norte. Por otro, un centro de bajas presiones al oeste de la Península Ibérica, pegado justo debajo de las altas. El rifirrafe de altas y bajas bloquea el flujo de aire y lo desvía. Hasta que uno de los sistemas de presiones no pierde intensidad, el bloqueo permanece, como explica El tiempo Hoy.
Las consecuencias son que las borrascas atlánticas quedan retenidas y no nos llegan –sí lo hacen, debilitadas, a Galicia, en el margen de ambos centros de presiones–. La situación está motivada por la llegada de una masa tropical continental a la Península y Baleares, que llega a España tras un largo recorrido por el norte de África y que es muy cálida, muy seca y con polvo en suspensión que, junto con la fuerte insolación de estas fechas, da lugar a un episodio de temperaturas significativamente más altas de lo normal.
La AEMET pronostica que este viernes y sábado "muchas zonas" alcanzarán el nivel rojo de alerta y alcanzarán o superarán los 42ºC. La previsión apunta a que tendrán 42ºC "o más" en la Ribera del Ebro en Navarra, en La Rioja, en Zaragoza, sur de Huesca, en la depresión central de Lérida, la depresión y el prepirineo de Barcelona así como en el litoral y Ampurdán de Gerona.
La situación será diferente en la cornisa cantábrica, ya que en Asturias, Cantabria y País Vasco las temperaturas descenderán unos 8 o 10 grados centígrados, por la entrada de viento del Cantábrico y una galerna que se desplazará hasta el país vasco, lo que motivará este viernes el fin de los avisos en País Vasco.
Los 40ºC se superarán en áreas del centro, del interior de la mitad sur y del cuadrante nordeste, en zonas del País Vasco; se superarán los 35ºC en amplias zonas del interior peninsular e incluso es muy probable que se alcancen En Baleares, se espera que se superen los 35ºC, sobre todo en el interior de Mallorca. Por el contrario, Canarias, Ceuta y Melilla, así como Galicia, Asturias y Cantabria, no estarán afectadas por la ola de calor y tendrán temperaturas más normales para estas fechas.
La tónica general, según el portavo0z de la Aemet, es que se mantendrán los avisos rojos en las mismas zonas durante el sábado y el domingo y que el lunes "se empieza a vislumbrar" un descenso térmico por el noroeste lo que podría poner punto final a la ola de calor, según está definida.
La situación está motivada por la llegada de una masa tropical continental a la Península y Baleares, que llega a España tras un largo recorrido por el norte de África y que es muy cálida, muy seca y con polvo en suspensión que, junto con la fuerte insolación de estas fechas, da lugar a un episodio de temperaturas significativamente más altas de lo normal.